Preocupación por la situación de las mujeres dentro de la policía en la provincia de Río Negro ha llevado a un grupo de vecinos autoconvocados a presentar una solicitud al gobernador electo, Alberto Weretilneck, y al vicegobernador, Pedro Pesatti. En la nota, se expresa la necesidad de crear un espacio judicial de denuncias para canalizar los abusos y desigualdades que sufren las mujeres policías en un ambiente seguro.
A pesar de los avances en nuestra sociedad, las mujeres dentro de la fuerza policial continúan siendo víctimas de abusos y desigualdades alarmantes. Por ello, se solicita formalmente el apoyo del gobernador electo para la creación de una oficina independiente dentro del Ministerio Público, dedicada exclusivamente a recibir denuncias de abusos sufridos por el personal policial femenino.
Esta oficina, desligada de la Jefatura de Policía, garantizaría un ambiente seguro para las víctimas, donde puedan presentar sus denuncias y recibir acompañamiento psicológico sin temor a represalias o discriminación. Es preocupante que en el año 2022 se hayan registrado 6.000 denuncias por diferentes tipos de abusos hacia el personal policial femenino en la provincia de Buenos Aires. Aunque no hay cifras oficiales en Río Negro, los casos son de público conocimiento debido a la cobertura mediática.
Un ejemplo alarmante es el caso ocurrido en septiembre de 2020, donde una cadete de la Escuela de Policías de Río Negro denunció el abuso sexual cometido por un compañero del curso. Además, se denuncia el nombramiento de un Comisario Mayor al frente de una Unidad Regional a pesar de tener una causa por abuso sexual simple en su contra.
Estos casos resaltan la urgencia de abordar este problema y proporcionar un espacio seguro y confidencial para las víctimas. También se solicita la creación de un espacio de contención para todo el personal policial, donde se brinde apoyo en diversas problemáticas que afectan tanto dentro como fuera de la fuerza. Es esencial evitar el autoritarismo y el abuso de poder, garantizando que quienes enfrentan problemas como adicciones reciban apoyo en lugar de ser desterrados o expulsados.
Para lograr un cambio significativo en la cultura policial y proteger los derechos de las mujeres en uniforme, se propone crear espacios y medidas establecidos por ley, involucrando al Poder Ejecutivo en la creación y supervisión de estas iniciativas. El objetivo es que se trabaje de manera integral para garantizar un ambiente seguro y respetuoso para todas las mujeres dentro de la policía.