Un hombre mayor de edad, que reside no hace mucho tiempo en General Conesa, se habría entregado a la justicia pasado el mediodía del lunes y sería el autor material de la muerte de 3 equinos de carrera en el Hípico de General Conesa.
Una serie de allanamientos positivos se registraron entre la mañana y el mediodía de este lunes en el barrio La Ribera de General Conesa en el marco de los hechos delictivos acaecidos en la madrugada del domingo que incluyeron robos, amenazas y la despiadada muerte de 3 caballos de carrera.
Según públicó el sitio http://porlospalosweb.com en los procedimientos policiales fueron encontrados la mayoría de los elementos sustraídos y se habrían detenido al menos un par de personas, entre las cuales se encontraría el autor material de la muerte de los equinos.
Según las fuentes vinculadas a la causa, un grupo de personas, serían 4 aparentemente, se dirigieron en la noche del sábado hacia el club hípico de Conesa con el objetivo de perpetrar un robo, hecho que consumaron, incluso habrían amenazando con un arma de fuego a una persona mayor que reside en la villa hípica, quien les entregó todo el dinero que poseía. En algún momento y por causas que intentan establecerse uno de los malvivientes la emprendió contra los caballos ubicados en el Stud de Fernando Trujillo apuñalando con saña a los conocidos Pichuco y Positiva, con varias actuaciones en distintas pistas de Río Negro, quienes murieron desangrados producto de las heridas. Luego de eso, la misma persona, degolló una potranca en una caballeriza cercana.
Las diferentes diligencias realizadas durante todo el domingo, permitieron ubicar a los malhechores que se habían movilizado en sendas motos. La revisión de algunas cámaras de seguridad permitió ubicar a las pesquisas que por la tarde del domingo ya tenían un panorama claro de los hechos sucedidos, e incluso colocaron una consigna en inmediaciones de los domicilios que hoy fueron allanados, para evitar fugas y complicaciones.
Toda la comunidad conesina se mostró indignada por los sucesos que se vivieron en la tranquila localidad ubicada a la vera del rio Negro en las postrimerías del valle inferior; incluso muchos vecinos se movilizaron para realizar su propia investigación, y una vez que se identificaron los posibles lugares donde moraban los delincuentes, hubo que extremar medidas para evitar que se hiciera justicia por mano propia en un ambiente cuya indignación crecía a medida que transcurrían las horas.
