Jacobacci: lo estafaron con 10 medias reses que valen más de 400 mil pesos

Un distribuidor de la zona entregó la mercadería tras recibir foto de una transferencia bancaria que resultó ser trucha. La maniobra es similar a la que padecieron otros comerciantes cipoleños. La pista lleva a un fletero de San Patricio del Chañar.

Un distribuidor mayorista de carnes fue estafado en una transacción por diez medias reses por un valor de 403 mil pesos.

La maniobra fue similar a la que sufrieron los propietarios de un autoservicio de calle Alem y los de una pollería de Roca y Mengelle en junio de este año: un supuesto cliente llamó por teléfono para hacer un pedido y recibieron como comprobante de pago la foto de una transferencia bancaria.

Pero descubrieron que el que ticket era trucho, aunque cuando ya para esto habían entregado la mercadería.

Esta vez el damnificado fue Gustavo Troncoso, apoderado del frigorífico Alsina, de la localidad bonaerense de Carhué.

Pero en su caso, posee información y fotos como para seguir la pista de la carne y dar con los participantes del fraude. Con esos elementos se aprestaba a realizar la denuncia en la Justicia.

Troncoso relató que todo comenzó cuando recibió un llamado que dijo ser de un hombre de apellido Sosa y propietario de un comercio de Ingeniero Jacobacci (Línea Sur rionegrina) interesado en comprar los animales faenados.

En la charla acordaron el peso de las unidades y el precio total, y también convinieron la entrega una vez concretado el pago.

El miércoles de la semana pasada recibió la imagen de un comprobante del banco Patagonia y no dudó de su legitimidad, por lo que procedió a preparar la entrega, que se hizo en un trasbordo de camión a camión en Villa Regina.

Troncoso destacó que fue en la vía pública y cuando ya había caído la noche, aunque de todas maneras tomó fotografías de la operación y puntualmente de la patente del vehículo donde subieron las piezas de carne. Es una de las pruebas con que cuenta para demostrar la estafa, junto con datos del conductor del rodado, un hombre domiciliado en la localidad neuquina de San Patricio del Chañar, quien se dedica a hacer fletes particulares en un utilitario Iveco.

El día siguiente chequeó la cuenta bancaria, pero la transferencia no se efectivizó. Tampoco los días siguientes, por lo que advirtió que había caído en la trampa, y decidió hacer público lo padecido, además de recurrir a la Justicia.

“Estoy muy angustiado por lo que pasó”, sostuvo Troncoso, aunque no pierde las esperanzas de descubrir la trama delictiva y llegar hasta sus responsables.

Además de las fotos tiene el nombre y el teléfono del fletero que se llevó la carne. Dijo que lo llama y le envía mensajes, pero no le contesta. De allí que sospeche que forma parte del engaño.

Admitió que confió en el ticket bancario cuando lo recibió, pero ahora sospecha que lo falsificó alguien que tiene conocimiento de informática o diseño gráfico, porque es muy similar a los originales.

También presume que el la identidad que le dio el hombre que se comunicó para realizar la transacción (Sosa) también es falso.

Por ese motivo resaltó como de suma relevancia la pista del fletero. Además de su número de teléfono tiene fotos de él, su DNI, domicilio y el registro de habilitación del Senasa. Presume con son datos auténticos.

Este tipo de maniobras delictivas ha puesto en alerta al sector comercial local, aunque hayan pasado meses entre una y otra. De hecho, Troncoso cuenta con el acompañamiento de José Luis Bunter, referente de la Cámara de Comercio cipoleña.

Fuente: LMC