La denuncia fue radicada por una de las víctimas en 2023 cuando comenzó a presentar problemas de salud vinculados a los abusos que había sufrido en su infancia.
Según la causa, los hechos abusivos que comenzaron con tocamientos y continuaron con accesos carnales ocurrieron entre los años 2009 y 2012 en la vivienda que la familia ocupaba en esa localidad y cuando el hombre se encontraba al cuidado de la víctima, quien tenía entre 7 y 10 años de edad.
Además, se pudo determinar que entre 2010 y 2013 el imputado también abusó sexualmente con tocamientos en las partes íntimas de su otra hija, aprovechándose de la inmadurez de la niña que tenía entre 3 y 5 años de edad.
El acusado fue condenado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple agravados ambos por el vínculo y en concurso real.