Una de las referentes del merendero Mana, establecido en el barrio Loteo Silva de Viedma, repudió el homicidio del adolescente baleado el sábado y contó que formó parte de un proyecto el cual pretendió cambiar su estilo de vida, pero el Estado les dio la espalda en todas sus formas.
Gabriela Rosa, quien por estos días lleva adelante la organización del merendero que sirve de contención y alimentación para muchos niños del barrio y sus alrededores, repudió el asesinato del adolescente, pidió una condena igual a la otorgada a Mesa, el homicida de Trafiñanco y se expresó contra el Gatillo Fácil.
“Como referente de un proyecto social e inclusivo, el cual trabajo arduamente con adolescentes en estado de vulnerabilidad, del cual Jorge (Wachin) supo formar parte, asumiendo el compromiso de torcer un destino marcado por una sociedad hipócrita que sentencia como ya perdido, repudio el accionar del GATILLO FÁCIL del cual resultó victima nuestro vecino de 17 años. Tal como sucedió en el caso de Trafiñanco, donde una bala 9mm dio fin a la vida del menor de 16 en el año 2010, resultando en una condena a reclusión perpetua sobre el homicida, sentando un precedente que esperamos se repita sobre el asesino de Jorge, donde su vida se escapa ante un balazo de una 9mm #serajusticia! #NOALGATILLOFACIL”.
Un proyecto inclusivo que el Estado no tuvo en cuenta
“En 2016 junto a un grupo de vecinos creamos un proyecto inclusivo. el cual fue declarado de interés social y cultural. Se llamó “Mi barrio, mi casa” y consistía en limpiar las veredas de los vecinos, plantar un árbol y pintar paredes haciendo dibujos. Era solamente para chicos y chicas que tomaran el compromiso de querer cambiar su rumbo de vida”, contó Gabriela.
“Este chico, Jorge, fue uno de los que todas las mañanas se levantó por tres meses muy temprano para comenzar con las tareas a las 8.30, comprometiéndose también para estar a las 5 de la tarde por 4 o 5 horas cada turno de trabajo. ¿Saben cuánto les pagaban?, cero pesos, NADA. porque ellos demostraron primero una actitud de cambio de vida y juntaban la basura que nadie iba a recoger y se rompían las manos sacando yuyos y escombros porque nadie les daba guantes, ni bolsas de residuos ni nada”, expresó.
“Cuando compartíamos el desayuno o la merienda nosotros mismos sacábamos de nuestras casas porque tampoco nos ayudaban para eso y así, por 3 meses Jorge busco torcer su destino, un destino cruel rodeado de gente miserable que solo opinan sin saber que cuando hablan escupen para arriba. Nunca el Estado nos dio la posibilidad de sostener este proyecto del cual él era parte y responsable”, puntualizó Gabriela.
“Querían que agarre la pala, agarraba la pala. Querían que trabaje, trabajaba sin gozar de sueldo. Querían que sea un buen vecino, les plantaba un árbol y les limpiaba la vereda sin recibir muchas veces ni un GRACIAS. Cuando hablen y hablen mal, sepan que Jorge (como le decían sus amigos) quiso una y muchas veces, cambiar el camino, quiso soñar y ser, quiso acceder a una vida digna y no dieron la oportunidad ni a él, ni a ninguno de los que lo intentaron como el”.
Huichaqueo disparó más de diez veces
De acuerdo con la información fiscal, entre las 4 y las 4.30 horas, Mario Andrés Huichaqueo descendió de su Chevrolet Corsa portando su arma reglamentaria (una pistola semiautomática 9 mm). Allí efectuó al menos tres disparos hacia el grupo de jóvenes que permanecía entre quienes estaba “Wachin” Rolando, como se conoce a la víctima.
Luego, se retiró hacia la casa de su madre ubicada a tres cuadras, en la esquina de Miranda y Juan Manuel de Rosas. Fue ahí donde volvió a encontrarse con el chico que había salido envalentonado detrás de él. En esa oportunidad, Huichaqueo efectuó -al menos- otros 7 disparos, mientras el joven huía hacia la calle Liniers donde se desvaneció.
La autopsia que se realizó al cuerpo indica que el disparo ingresó a la altura de la novena costilla izquierda, le laceró el hígado (lóbulo izquierdo), atravesó el pulmón, ingresó al corazón por el ventrículo izquierdo y salió por el derecho para alojarse en el saco del pericardio.
“Esto le ocasionó la muerte por shock hipovolémico cuando era trasladado por la ambulancia al hospital Zatti”, indicó la fiscal adjunta Estela Pasarelli.
Teniendo en cuenta las características violentas del hecho, que hay testigos jóvenes y menores edad, y la pertenencia del imputado a una fuerza de seguridad, el fiscal Juan Pedro Puntel pidió la prisión preventiva por el plazo que dure la investigación preliminar (estimado en 4 meses).
Para argumentar, Puntel señaló un hecho que ocurrió durante la agresión: efectivos de la Policía de Río Negro cruzaron al imputado “con el arma en sus manos” pero “lo dejaron seguir” porque él les dijo que se iba a hacer cargo y se iba a presentar a la comisaría.
Teniendo en cuenta esa situación, Puntel planteó que “podrían omitir controlar al imputado y eso le facilitaría entorpecer la investigación”.
“En su caso en particular se desprenden distintos elementos que dan cuenta del peligro procesal. El primero es la gravedad de los hechos. Hay altas probabilidades de que intente influenciar a testigos porque se trata de un hecho en el que intervino el uso de un arma de fuego, un elemento de alto poder que genera gran vulnerabilidad en las personas que presencian ese elemento. Estamos hablando de una 9mm que está catalogada como arma de guerra. El imputado llevaba 2 cargadores, efectuó al menos 10 disparos y estos hechos ocurrieron de noche. Son elementos que desprenden la reacción agresiva y violenta del imputado por lo que creemos que de estar en libertad puede volver a adoptar este mismo temperamento a los fines de entorpecer la investigación”, argumentó Puntel.
El pedido de prisión preventiva fue cuestionado por el defensor particular Damián Torres, que pidió que el plazo se restrinja a una semana y luego se le coloque a su defendido una pulsera eléctrica de seguimiento. Luego solicitó que la preventiva no se cumpla en el Penal 1 porque es la institución en la que trabaja.
Finalmente, el juez de Garantías Ignacio Gandolfi, rechazó los planteos, dio por iniciada la investigación de acuerdo a los planteos de la Fiscalía de Delitos contra las Personas, y ordenó la prisión preventiva en el Penal 1, por un plazo de 4 meses.
