Nacionales: preventiva para prefecto acusado de asesinar a su madre y padrastro en Rosario

El almacén de la pareja que fue asesinada por su hijo cuando dormían a puñaladas y en forma alevosa – Foto: Télam

El prefecto Mauricio Marionsini recibió esa medida por ser sospechoso de haber asesinado a puñaladas mientras dormían y con «saña y alevosía cuando estaban indefensos» a su mamá, Tamara Marionsini y a la pareja de la mujer, Silvio Martini.

Un ex prefecto fue imputado este jueves 25 de enero, con prisión preventiva como acusado de ser el autor del doble crimen de su madre y la pareja de ella, cometido el sábado pasado en una vivienda de la ciudad santafesina de Rosario, y para la fiscalía, el sospechoso atacó a la mujer en forma «intempestiva» y al hombre lo sorprendió «indefenso» mientras descansaba en su cama, informaron fuentes judiciales.

La medida fue dictada por el juez de Primera Instancia Rodrigo Santana, en el marco de la audiencia imputativa llevada a cabo este mediodía en el Centro de Justicia Penal rosarino.

Voceros judiciales informaron que el sospechoso, identificado como Mauricio Marionsini (33), fue imputado como «autor» del «homicidio calificado por el vínculo, por mediar un contexto de género, por ensañamiento y por alevosía», de su madre Tamara Marionsini (53), según dio a conocer Télam sobre el caso. 

Y también le imputaron el «homicidio calificado por ensañamiento y por alevosía; y hurto agravado» de Silvio Martini (65), pareja de la mujer asesinada.

Durante la audiencia de imputación, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Alejandro Ferlazzo, le atribuyó a Marioncini hijo el hecho ocurrido el sábado pasado, aproximadamente a las 3, en el interior del domicilio de Vera Mújica al 4800, al sur de Rosario, donde también funciona un almacén de la familia.

La secuencia que contó el fiscal gozó de abundantes detalles ya que el hecho quedó registrado en las cámaras que la propiedad tenía instaladas y, además, el presunto homicida dejó una nota en la que detallaba el plan criminal.

Según ventiló el fiscal, en la planta baja de dicho inmueble, el imputado atacó «de manera intempestiva» a su madre con un cuchillo con mango blanco «del tipo que utilizan los carniceros».

Para Ferlazzo, el ex efectivo de Prefectura Naval Argentina (PNA), apuñaló a su madre en distintas partes del cuerpo, «con la intención de provocar su fallecimiento».

Todo sucedió en momentos en que la mujer había apagado la luz del almacén contiguo a la vivienda e intentaba pasar desde el comercio hacia el comedor por la puerta que dividía ambos sectores.

Luego, el fiscal detalló que el acusado «se dirigió corriendo al dormitorio ubicado a escasos metros del comedor donde se encontraba durmiendo Silvio Martini, pareja de su madre y también lo apuñaló en momentos en que este se encontraba indefenso sobre la cama», al que dejó mal herido.

«Seguidamente, volvió portando el cuchillo al sector donde yacía su madre y continuó apuñalándola en distintas partes del cuerpo, y efectuándole golpes», contó el fiscal.

«La arrastró desde la zona del almacén hasta el comedor mientras la misma estaba herida todavía con signos vitales», continuó Ferlazzo.

A continuación, el hombre volvió a dirigirse hacia Martini, quien había logrado arrastrarse herido desde su cama hasta la zona del comedor y allí continuó apuñalándolo en distintas partes del cuerpo.

Al encontrarse ambas víctimas aún con vida, el hombre las remató mediante maniobras de asfixia en la zona del cuello y la cara, concluyó el fiscal.

Según aportaron los médicos forenses, Martini falleció por una «lesión vascular cervical y pulmonar izquierda grave por arma blanca», mientras que la mujer murió por una «lesión vascular cervical y pulmonares graves por arma blanca».

Tras concretar el doble crimen, el ex prefecto aparentemente sustrajo dinero de la caja registradora del almacén familiar, lo contó sobre la mesa del comedor, tomó los celulares de ambas víctimas y se cambió la ropa que llevaba.

Luego, colocó los cuerpos sin vida en dos bolsas de nylon grandes de las utilizadas en la construcción y los ocultó en un cuarto de almacenamiento en el jardín del inmueble, al tiempo que colocó sábanas y ropas ensangrentadas en un lavarropas; y limpió los restos de sangre de la escena del crimen, reveló el fiscal.

Asimismo, la reconstrucción del hecho demostró que el imputado intentó comunicarse vía mensaje de texto con los empleados del almacén de su madre, haciéndose pasar por ella, para decirles que no vayan a abrir el negocio esa mañana y permaneció en el lugar.

Más tarde, cerca de las 18.50 de ese sábado, luego de un llamado al 911 motivado por las sospechas que generaba la ausencia de la comerciante en el barrio, se hizo presente personal policial, que con ayuda de una vecina, ingresó al domicilio y halló los cuerpos de ambas víctimas.

En ese momento, el acusado se escapó por el sector trasero del domicilio, y fue detenido tres días después en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Rosario por personal de la Brigada de Orden Urbano (BOU) de la Policía local cuando iba a bordo de un colectivo urbano de la línea 141.