El juicio Mandagaray: tras los alegatos de apertura y la instancia de producción de pruebas, mañana serán los alegatos de clausura

En la semana que pasó se realizó una parte del juicio que determinará las responsabilidades en la muerte de Gabriel Mandagaray, quien realizaba un curso para poder ser parte del COER de la policía de Río Negro y murió en Bahía Creek. Mañana serán los alegatos de cierre y después habrá que esperar el veredicto del jurado.

El debate comenzó el martes 2 de mayo con los alegatos de apertura y los acusados que estuvieron presentes en las cuatro audiencias que se realizaron hasta el viernes 5 fueron Alfredo Nahuelcheo, Marcelo Contreras, Maximiliano Vitali Méndez y Alejandro Gattoni, este último fue el primero en brindar su declaración indagatoria y abrir la instancia de testimonios.

“Coautores de abuso de autoridad en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público y de homicidio culposo en concurso real con el primer delito, es el delito endilgado a Nehuelcheo, Vitali Méndez y Gattoni. En el caso de Contreras, se lo acusa de “lesiones leves en calidad de autor” por agredir a otro de los cursantes pateándolo y pisándolo en la zona del extremo inferior de la columna vertebral que le produjo fractura de la 1ª vertebra del coxis, eso fundamentó en sus alegatos el fiscal Guillermo Ortiz.

Quien siguió con la apertura de alegatos fue el abogado querellante, Damián Torres quien manifestó que el contexto de la muerte de Gabriel Mandagaray “va en contra de uno de los principios que nuestro estado adoptó desde hace bastante tiempo. Cuando pensábamos con la familia acerca de lo que queríamos dejar en este juicio, pensábamos también en qué frase podríamos representar este momento y lo que pretendemos de este juicio con sus sentencias se deje como mensaje”, refirió Torres.

“Pensaba en aquel informe iniciado en 1983, pedido por el presidente Raúl Alfonsín que terminó en 1984, en donde el titulo de ese informe es algo que es completamente aplicable a este caso especifico, que tiene que ver con Nunca Más”, remarcó el abogado querellante dejando en claro que se convirtió en un baluarte para que no se violen los Derechos Humanos.

 

“Que nunca más haya un curso de formación con prácticas como las que van a ver aquí y que nunca más en un curso donde deberían formarse varias personas o a una persona para que sirvan a la comunidad, tengamos que estar pensando en que esa persona ya no está más”, especificó en su paralelismo con la historia.

 

Los defensores de los imputados, Oscar Pineda, Fernando Ramoa y Pablo Iribarren por Alejandro Gattoni, Luciano Perdriel y Manuel Maza por Alfredo Nahuelcheo, Armando Salazar por Marcelo Contreras y Santiago Güenumil defendiendo a Maximiliamo Vitali Méndez dieron sus alegatos de apertura tratando de cada uno de ellos comenzar a demostrar la inocencia de sus defendidos en un juicio que en la primera audiencia tiene 9 testigos entre los que se cuentan el testimonio de Alejandro Gattoni, uno de los imputados y el relato de Emanuel Quiriban, uno de los cursantes que vivió varias situaciones junto a Gabriel Mandagaray.

 

La declaración de Alejandro Gattoni

“El único lugar que nosotros teníamos reconocido que podíamos disparar era ese lugar (Bahía Creek) y cuando se lo propuse al jefe de policía asintió. Yo puedo estar soñando, delirando o lo que sea, pero el jefe de policía me dice, ´tene cuidado para donde vayan a disparar, porque hay un asentamiento aborigen ahi´”, contó Gattoni sobre la conversación con Tellería.

El acusado también explicó que tanto el jefe como el subjefe estuvieron en Bahía Creek el 12 de abril donde se realizó un acto protocolar. Luego dio detalles de la documentación que debían presentar los 28 cursantes del COER relacionada a perfil psicológico, una declaración jurada para el trámite a las ART, y la prueba física a la que se presentaron 26 casos y desaprobaron 5.

Respecto al jefe de la Regional 1°, Jesús Mandagaray, Gattoni explicó que le solicitaron un transporte para llegar primero hasta la estancia Las Marías y que lo invitó para que estuviera en la recepción en Bahía Creek a la cual fue y estuvo presente en varias instancias hasta antes de la llegada de los cursantes ya que se retrasaron en llegar y el jefe Mandagaray se volvió antes a Viedma.

Gattoni también dijo que en los cursos que él presentó como coordinador, y que fueron aprobados en la Jefatura de Policía, no había actividades en el agua.
Era un curso reducido y en ninguno de los tres módulos hay actividad en el agua. El módulo de rescate en agua no estaba previsto”, detalló y aclaró que se habían pedido elementos para agua por si había una oportunidad de poder conseguir una pileta para hacer natación como parte de la actividad física.

“Yo no tengo injerencias en las actividades. Una cosa es supervisor y otra cosa es coordinador, mi tarea es delegar al responsable de cada una de las áreas la actividad que tiene que realizar, si el ejercicio que está realizando en ese momento va en contra de las normas o no está prevista, mi tarea hubiera sido tener que ir a interrumpirlo”, refirió.

Ante la intervención del abogado, Manuel Maza quien le preguntó si estuvo presente en el ejercicio que terminó con la vida de Gabriel Mandagaray, Gattoni respondió que esa pregunta la va a contestar después.

 

Uno de los cursantes junto a Gabriel Mandagaray, Emanuel Alejandro Quiriban declaró en el juicio y contó todo lo que vivió junto al joven que murió el 15 de abril del 2021. Dio detalles estremecedores del momento en el que se produce la muerte. Quiso agarrarse a uno de los instructores y este lo golpeó en el pecho, ahí perdió a Gabriel.

Emanuel Quiriban

 

Germán Morales dejó en evidencia el comportamiento de los instructores que maltrataban a las personas que debían formar. Mala alimentación, pocas horas de sueño y destrato fue lo que vivieron muchos de los cursantes que pasaron por el juicio. También dejó en claro que Mandagaray había advertido que no sabía nadar y relató el momento en que Gabriel desapareció en el agua.

 

 

Adriana Fabi, mamá de Gabriel Mandagaray declaró en el juicio como testigo primero y después se acopló a la querella. Cuando ingresó a la fuerza policial, hace aproximadamente 35 años nunca imaginó que la institución le iba a arrancar un hijo, pero sucedió y ahora le queda esperar justicia.

Adriana Fabi, mamá de Gabriel Mandagaray

 

 

Jesús Mandagaray: “Gabriel fue policía desde el vientre de su madre”

Jesús Mandagaray, padre de Gabriel.

Gabriel fue policía desde el vientre de su madre, año 95. Un año lleno de disputas sociales y la madre no se perdió ningún recargo, estaba siempre al borde de la vereda de Legislatura.

 

Marcelo Mandri, policía jubilado que estuvo en Bahía Creek el 15 de abril del 2021 cuando Gabriel Mandagaray perdió la vida en el mar, advirtió que “podrían haber muerto más personas” contextualizando el momento de caos que generó la tragedia. Fue en la segunda audiencia realizada este miércoles 03/05.

 

 

“Fue una muerte en custodia” 

La médica forense Araceli Panetta dio detalles de la autopsia y afirmó que el estrés que vivió durante tres días de entrenamiento, sumado al estrés por no saber nadar, afectaron su capacidad de supervivencia.

Según explicó, el cuerpo tenía lesiones por roce, frote o fricción producidas por el tronco, escoriaciones en codos y moretones en rodillas y piernas producto de golpes, choques o presión continua en los entrenamientos. A esas condiciones físicas se agregaba una carga extra de 7 kilos de ropa más las armas reglamentarias en una situación de estrés agudo.

Gabriel Mandagaray murió ahogado como consecuencia de los repetidos golpes de su cabeza con el tronco al que estaba agarrado, durante un entrenamiento irregular del COER, el 15 de abril de 2021, en Bahía Creek.

“Tanto el tronco como el oleaje, más las condiciones físicas de agotamiento, generaron una carga mecánica suficiente para que golpee su cabeza contra el tronco y se generen todas las lesiones que tenía en su cuerpo, principalmente la cerebral. Eso hace que pierda la conciencia y se ahogue pero lo previo también hace a la causa del mecanismo”, comentó Panetta ante el auditorio principal de calle Laprida.

Consultada por el representante legal de la familia, Panetta definió este fallecimiento como una “muerte en custodia” porque está vinculada a actos u omisiones del Estado, de los Organismos del Estado o de los Agentes que están a cargo de cuidar a las personas.

El tronco que golpeó a Gabriel en el mar

 

Testimonios de los acusados 

 

Marcelo Contreras fue el segundo acusado en tomar la palabra y describió todas las funciones que realizó antes y durante la instalación en Bahía Creek, adonde reconoció que hacía mucho tiempo no iba.

Describió en detalle la caminata que tuvieron que hacer los cursantes, aclaró que Mandagaray era jefe de su patrulla y afirmó que a los jefes de patrulla siempre se les exigía más que a los cursantes. Además, descartó que hubiera ensañamiento por ser hijo de policías.

Detalló sobre el lugar que tenía una ría con una profundidad de 70 centímetros y un ancho de 12 metros aproximadamente y afirmó que la misión era cruzar la ría y volver, no meterse al mar abierto.

Según sus palabras, de repente comenzó a escuchar gritos y salió corriendo a la playa. Estaba a una distancia de 100 metros de Mandagaray, sus dos compañeros y Vitali Méndez.

“Me meto, una ola me saca porque estaba fuerte el oleaje, vuelvo a intentar y llego hasta donde estaba Quiriban que se me tiró encima. Me lo saco de encima, salimos de vuelta a flote y ahí le dije que no se me tire encima porque nos íbamos a ahogar los dos”, expresó.

Al mirar a su izquierda, Contreras vio a Vitali Méndez que le dijo que lo tenía y se le fue y se sumergía una y otra vez tratando de dar con Mandagaray. Contreras refirió que salieron del agua tratando de hacer pie y una vez afuera todo era gritos y desesperación.

“Si yo hubiese tenido la posibilidad, si hubiese estado cerca hubiese hecho todo lo posible como lo hice en su momento cuando escuche los primeros pedidos de auxilio, me metí al agua y cuando estaba con Quiriban sinceramente pensé que nos ahogábamos, fue la sensación que tuve”, finalizó.

 

 

Maximiliano Vitali Méndez comenzó su testificación pidiendo disculpas a la familia. “Nunca fue intención mía que esto pasara, hice todo lo posible para que no pase y lamentablemente no lo pude lograr. Pasaron más de dos años y no tuve la posibilidad de disculparme”, expresó mirando a la madre, el padre y la pareja de Gabriel Mandagaray.

Sobre la situación que se dio dentro del agua, contó que “los primeros tres cursantes eran Quiriban, Erice y Mandagaray” a quienes orientó hacia la ría donde la pasaron y avanzaron al mar.

“En un momento siento que el piso se desvanecía, la marea estaba bajando y el oleaje arrastraba el piso. Les pedí que retrocedan, que salgan y ahí vino una ola y nos arrastró hacia adentro”, detalló.

Cuando salió a flote vio el tronco paralelo a la costa y vio a Erice y Quiriban. Un poco más lejos estaba Gabriel Mandagaray asustado y llorando. “Me acerco y se me viene encima, nos hundimos dos veces y trataba de zafarme pero no podía. Quería que se agarre a tronco y no lo hacía”, contó el instructor.

Vitali Méndez le gritaba a la gente que estaba en la costa y el movimiento del mar hacia que los pierda de vista. “Me pongo al lado de Erice y empiezo a patear para afuera, le digo que pateen; a Gabriel lo llevaba agarrado hasta que vino una ola y me lo arrancó de la mano”, declaró.

 

 

Alfredo Nahuelcheo también declaró y contestó todas las preguntas de las partes. También se refirió a las acusaciones en su contra respecto a haber efectuado disparos a 20 centímetros de la cabeza de los cursantes.

Dijo que “escopetazos he tirado en ese sector, estaba preparado para hacer prácticas de tiro, pero les puedo asegurar que si lo hacía como contaron sale algún cursante herido porque son 12 postas de goma que se abren al momento de disparar. Lo que escucharon la mayoría de los cursantes es el fulminante que hace un estruendo fuertísimo”, señaló.

También se refirió a la acusación de haber orinado a Mandagaray y dijo que “yo oriné cerca de ellos, estuve orinando cerca de los cursantes, pero juro por lo que más quiero que jamás oriné sobre Gabriel o sobre algún otro cursante, jamás haría un acto tan asqueroso y repugnante”.

Según argumentó, quería ocasionar “molestia e incomodidad” en los cursantes para que aflore el carácter y temperamento de los futuros integrantes del COER.

Respecto al enmascaramiento contó que fue con barro antes de que los cursantes empiecen a caminar desde el kilómetro 15 a Bahía Creek. Nada dijo sobre la versión de que era bosta de vaca escupida por todos.

Sobre el momento donde se produce la desaparición en el agua de Gabriel Mandagaray contó que cuando llegó a la costa después de escuchar los gritos ve a Quiriban y Erice ya fuera del agua y a Vitali Méndez gritando “falta el 30” y tratando de sumergirse para buscarlo.

Afirmó que él mismo intentó también dar con Mandagaray metiéndose en el agua. Cuando desistió de la búsqueda, contó que casi se trenzaron con los cursantes que estaban muy alterados por lo que había sucedido. Fue apartado perdiendo contacto con todos y quedando detenido.

Al finalizar, mirando a la cara a la familia de Gabriel Mandagaray dijo que “siempre tuve la intención de ponerme a disposición no solamente de la familia sino de los cursantes. No sucedió y lo lamento mucho. Por eso les doy mi más sentido pésame”. 

“Entre Gabriel y yo sabemos lo que realmente se pasó, tanto en el cursado como en la unidad COER. Eso va a quedar en mi memoria y es algo eterno que va a quedar entre nosotros. Si hubiese habido algo que yo podría haber hecho en ese instante no hay ninguna duda que lo hubiese hecho porque también soy padre y sé el dolor. Hubiese hecho hasta lo imposible y si tenía que dar mi vida la hubiese dado. Les pido eternamente perdón por no haberle dado un rescate aunque sea en su último momento“, concluyó.

 

Mañana, a partir de las 8:30 será la jornada destinada a los alegatos de clausura en la que cada una de las partes deberá ordenar la prueba que sustente su teoría del caso. Luego de ello el Tribunal comenzará a deliberar por el término de tres días posteriores a los cuales dará a conocer el veredicto.

Cabe destacar que en una instancia independiente se juzgará a quienes en ese momento eran responsables del área de capacitación de la Policía de Río Negro.