A raíz de la investigación en torno a Loan, el niño de 5 años que fue visto por última vez el jueves 13 de junio en la Localidad de 9 de Julio, Provincia de Corrientes, salen nuevamente a la luz casos de similares características que han tenido lugar también en Argentina. Actualmente, la organización Missing Children registra más de 100 niños, niñas y adolescentes desaparecidos sólo en territorio local.
La desaparición de niños es un flagelo que afecta al mundo desde hace muchísimo tiempo, detrás de esta problemática existen tantas causas como niños perdidos, y las mismas suelen ser complejas.
Los secuestros y las fugas por conflictos familiares son algunos de los factores comunes en estas historias, en las cuales el desenlace aún hoy día sigue abierto y tanto el misterio, igual que la herida, continúan sin resolverse.
A continuación, una reseña de algunos de los casos más resonantes de los últimos tiempos en el país que fueron publicados en el sitio La Tecla.
Sofía Herrera
La niña desapareció a la edad de 3 años y 8 meses, el 28 de septiembre de 2008, en un camping en la Ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego. Su caso sensibilizó a la sociedad entera y, a más de 15 años de su desaparición, su búsqueda continúa vigente por todo el territorio argentino, pese a que no hay novedades de su paradero.
Pese a las dificultades que siempre presentó la causa (Daniel Césari Hernández, el cuestionado juez que investigó el caso, renunció a su cargo en julio pasado), hay una sola pista que todavía sigue activa. Y es la que apunta a un misterioso hombre apodado “Espanta la virgen”, quien estuvo en las inmediaciones del camping John Goodall y del que actualmente se tienen pocas noticias.
Recientemente, Elena, la mamá de Sofía Herrera contó que están «esperando una actualización del rostro de Sofi, que la va a hacer un perito dibujante de la Policía Bonaerense porque la verdad que no hay herramientas en el país como para hacer el rostro con inteligencia artificial».
A raíz de su desaparición, se creó el Alerta Sofía: un sistema de búsqueda de niños y adolescentes, considerado de alerta de emergencia rápida, que funciona en nuestro país. Esta herramienta fue creada en marzo de 2019 y tiene por objetivo lograr una mejor coordinación de la búsqueda a nivel nacional de niños, niñas y adolescentes desaparecidos, cuya vida se encuentra en un «alto riesgo inminente», tal como lo explica el portal web del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Guadalupe Lucero
Hace días se cumplieron 3 años desde que Guadalupe fuera vista por última vez en San Luis. La niña hoy tiene 8 años y desde el 14 de junio de 2021 no hay ni un solo rastro de ella, ni en esa provincia ni en todo el país. “La seguimos esperando y la amamos profundamente”, dijo su madre.
Guadalupe Lucero fue vista por última vez el 14 de junio de 2021 en la puerta de la casa de su tía en San Luis, mientras jugaba en un cumpleaños. Una testigo dijo haber visto a la niña irse con una mujer. Pese a un operativo masivo de búsqueda, a tres años de su desaparición, nada se sabe de ella y las investigaciones siguen en curso.
“¿Qué le diría a la persona que se llevó a mi hija? Yo le diría que el karma existe, que el daño que nos produjo como familia al separar a Guada, con 5 años, de su madre, de su padre y de su hermano le va a caer por su propio peso”, dijo en recientes declaraciones Yamila, la mamá de la niña.
Hoy día aún hay varias hipótesis. La principal de ellas apunta a una sustracción, a que alguien se la llevó, y lo hizo con motivos todavía desconocidos, aseguraron fuentes clave del expediente en ese entonces, aunque quién robó a la niña es todavía una incógnita. Por otro lado, es poco probable que haya sufrido un accidente y la idea de que fue víctima de una red de trata de personas no está del todo descartada. El misterio sigue vigente.
Maximiliano Sosa
Desde el 21 de diciembre de 2015 la familia de Maxi Sosa no sabe nada de él. El nene que entonces tenía 3 años desapareció en la ciudad de Ceres, en el límite de la provincia de Santa Fe con Santiago del Estero, cuando estaba jugando en la vereda con sus vecinos.
En un principio se creyó que el chiquito había caído en un cava cercana a la casa familiar, pero los rastrillajes no dieron resultados.
A Maxi lo buscaron por todos lados, pero era como si la tierra se lo hubiese tragado. Sin embargo, el caso dio un giro completamente inesperado un año más tarde, cuando cobró fuerza la hipótesis de que el chico hubiera sido entregado o vendido a una red de trata y su abuela y la pareja en ese momento de la mujer, Ariel Malagueño, quedaron detenidos e imputados por sustracción de menor de edad y falsa denuncia.
Patricia Sayago estuvo presa cuatro años y siete meses hasta que, en febrero de 2021, la Justicia entendió que no había elementos para sostener la acusación y la absolvió. “Estuve privada de mi libertad injustamente, porque se investigó mal”, afirmó el año pasado en diálogo con TN, y subrayó: “Yo estoy como el primer día que me faltó mi nieto, muerta en vida”.
En el medio de toda la incertidumbre e investigaciones que dejaron más dudas, Maxi sigue sin aparecer.
Celeste Calvo, Rubén Calvo y Mariana Monroy
Desde 2001 son buscados Celeste Marisa Calvo, Rubén Darío Calvo y Mariana Teresa Monroy, que desaparecieron en Lanús. En ese entonces, tenían 4, 6 y 7 años, cuando se les perdió el rastro a los tres niños juntos.
Si bien hay poca información sobre los chicos, se sabe que Celeste Marisa Calvo cursaba el primer grado en la Escuela N° 30 de Lanús. Al momento de su desaparición estaba vestida con un short y una remera de color rojo. Por su parte, Rubén Darío Calvo vestía un pantalón de jean y una remera blanca; y Mariana Celeste Monroy, un vestido de flores.
Al respecto, sus familiares mencionaron como «lo único raro» que Celeste, la nena de 7, pidió durante todo el día ponerse un vestido rosa que era para ocasiones especiales. Y que su mamá se sorprendió al ver que tenía una bombacha nueva que ella no le había comprado. Por eso sospechan que alguien que estuvo con los chicos se los pudo haber llevado.
En el año de su desaparición, el Diario Clarín relataba que los primeros 20 días, la Policía los buscó por cielo y tierra. «El helicóptero pasaba todo el tiempo», recordaba su abuela Teresa en ese entonces. Pero después, la búsqueda quedó casi en manos de la familia, apoyada sólo por Missing Children Argentina.
Brisa Pereyra
El caso de Brisa Aylén Pereyra es uno de los más aberrantes. La nena tenía cinco años cuando el 21 de julio de 2015 su papá la dejó sola en la calle a unos 60 metros de la casa de su expareja en el barrio Zavaleta para no tener que cruzarse con ella. Desde ese momento, nadie más la vio.
Pero del caso lo que más impacto generó fue que recién después de más de un mes sus padres advirtieron el peor de los escenarios. El 31 de agosto, Víctor y Paola, los papás de la nena, se cruzaron de casualidad en la calle y en una terrible conversación se dieron cuenta que Brisa no estaba con ninguno de ellos dos.
“¿Dónde está Brisa?”, le preguntó Víctor a su ex. Y Paola le respondió: “No sé, si te la dejé en tu casa el primer martes de vacaciones de invierno”. Él aseguró que había visto a Brisa entrar desde la esquina a la casa de Paola; ella aseguraba que la nena nunca ingresó. Así comenzó a la investigación que al día de hoy, después de nueve años, no arrojó ninguna respuesta.
Sin más novedades, la familia de la menor perdió contacto con la justicia y el fiscal Marcelo Munilla Lacasa, quien lleva adelante el caso, confirmó que solo es buscada por la fiscalía.
Bruno Gentiletti
El 2 de marzo de 1997, la familia Gentiletti fue a pasar el día al río en Rosario. Media hora después de llegar al lugar, el niño de 8 años en ese entonces, ya no estaba. Una investigación errónea desde el principio desembocó en un misterio que hoy día sigue sin tener respuestas.
“Cada tanto habló del tema, pero lamentablemente, siempre es lo mismo porque no hay grandes novedades. Gracias a Dios, en 2020 pudimos hacer que se reabra la causa”, declaró tiempo atrás su mamá, Marisa Olguín, quien desde la desaparición se dedica a la búsqueda activamente: toca puertas en todos los niveles, se reúne con otros padres que atraviesan la misma situación y se mantiene vigente en las redes.
Ella puede reconstruir con claridad el día en que desapareció Bruno, su hijo, casi como si los últimos 27 años no hubieran pasado. Como si el tiempo se hubiese detenido, al menos parcialmente, ese domingo en el que su hijo, de apenas 8 años, se perdió en minutos de la vista de todos. Desde ese momento, su familia no supo nada más de él.
De acuerdo al relato de los hermanos menores de Bruno, después de estar un rato en la orilla los tres se fueron a un sector donde había juegos, opuesto al río. Franco y Gisela eligieron las camas elásticas y Bruno al tobogán de agua, pero al llamarlos su madre para juntarse a comer, el niño de 8 años no estaba en el tobogán, tampoco en el estacionamiento de enfrente, ni en ningún rincón del predio. Es allí donde se le perdió definitivamente el rastro.
Marina Fernanda Aragunde
Marina Fernanda Aragunde es el caso más antiguo que Missing Children tiene en búsqueda. El 1° de febrero de 1995, cuando con apenas cuatro recién cumplidos salió a jugar al jardín de su casa en Marcos Paz y desapareció.
Para su búsqueda se desplegó un impresionante operativo que incluyó más de 500 efectivos de la Policía bonaerense, con perros, buzos tácticos, personal de Infantería y hasta con helicópteros. Durante meses rastrillaron la zona y el operativo se extendió también a nueve partidos aledaños, pero después de 29 años la investigación casi no avanzó y la nena nunca más apareció.
Sin embargo, el caso tuvo un giro sorprendente en 2019, cuando una mujer, que se identificó como Valeria Ziggiotto, se comunicó por Facebook con Marina Aragunde, la mamá de la nena desaparecida, y le aseguró que era su hija perdida.
Todos hablaban de un milagro, pero luego de dos pruebas de ADN el resultado fue negativo. A pesar de ello, la madre de la nena perdida cree que esa persona podría ser la única pista firme para acercarse a la verdad. “Los detalles que ella me dio sobre mi hija no los sabe absolutamente nadie”, señaló en diálogo con TN y enfatizó: “A Valeria la mandaron, y la persona que la mandó sabe dónde está Marina”.
A 29 años de su desaparición, su paradero sigue siendo una incógnita.
Con información de La Tecla y El Diario de Catamarca