La pandemia desnudó el empoderamiento de quienes ejercen violencia sobre sus víctimas en la intimidad de los hogares y las familias. Frente a ese contexto, las concejalas de Viedma trabajan unidas visibilizando las distintas caras de la violencia de género.
Este flagelo puede materializarse de varias formas: de manera verbal, psicológica, a través del destrato y los micromachismos, maniobras sutiles e imperceptibles de ejercicio de dominio masculino sobre las mujeres y los demás.
A cinco años de la primera y multitudinaria convocatoria que reunió a mujeres de todo el país al grito de “Ni una Menos”, las ediles -como representantes electas de los vecinos y vecinas- asumen la responsabilidad de visibilizar y acompañar la realidad de las mujeres de la capital provincial, trabajando en los procesos que implican situaciones de violencia, muchas veces solapada, y que están asociadas a lo cotidiano: expresiones, actuaciones, distintos tipos de manifestaciones que generan desigualdad y provocan en muchas ocasiones situaciones irreversibles.
“Hoy es un día en el que acentuamos la visibilización de todas aquellas formas de violencia que en el proceso pueden generar situaciones mayores y acompañamos a las familias que fueron víctimas de violencia de género.
Tenemos que mantener viva la esencia del cuidado y de la prevención para evitar situaciones gravísimas como son los femicidios”, coincidieron las ediles.
