Weretilneck presentó un proyecto para ampliar la Corte Suprema de Justicia

Alberto Weretilneck, Senador de Río Negro

El senador de Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, presentó hoy lunes 25 de abril un proyecto de ley para ampliar la Corte Suprema de Justicia a 16 miembros.

De esta manera, sumó así a la iniciativa que había elaborado el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien proponía llevar el máximo tribunal a 9 miembros. Impulsado por el bloque oficial en la Cámara alta, el proyecto estipula la paridad de género así como un cupo federal que indica que, como mínimo, deberá haber tres magistrados por cada una de las 5 regiones del país que se establecen: CABA, Buenos Aires, Norte, Centro y Sur.

Asimismo plantea que la Corte estaría dividida «en cinco salas, de tres miembros cada una, que se armarían por sorteo en cada caso para evitar concentración de poder”. El proyecto del legislador rioenegrino propone que “el presidente de la Corte será designado por el voto mayoritario de la totalidad de los magistrados que la integran y que la presidencia será ejercida por un período de un año y no podrá elegirse un presidente de la misma región en forma consecutiva”.

“La Corte actuará en plenario en los asuntos en que tiene competencia originaria, mientras que para el resto de los casos, la Corte funcionará en 5 salas integradas por 3 magistrados, elegidos por sorteo para resolver en cada caso que llegue a conocimiento de la Corte, no pudiendo el presidente integrar ninguna de las mismas. Sus decisiones se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta de los miembros que integran la sala” destaca la iniciativa.

Por otra parte el proyecto indica que “los Presidentes de Sala podrán convocar a tribunal pleno cuando consideren conveniente fijar la interpretación de la ley o la doctrina aplicables y deberán convocar al pleno cuando puedan producir una resolución contraria a la adoptada en una o más causas anteriores por otra Sala o por la Corte en pleno”. Y agrega: “Al dictar el Reglamento pertinente, se podrá contemplar: el sorteo público y transparente de los integrantes de cada sala; el sorteo público y transparente de reemplazos en caso de licencia, remoción, excusación o vacancia; un mecanismo por el que el Presidente de Sala o el Presidente de la Corte puedan convocar al tribunal pleno, previo al dictado de la sentencia, a fin de evitar posibles sentencias contradictorias”.

En tal sentido enfatiza que “un mecanismo ágil y de fácil acceso a la información para la consulta de los precedentes dictados, tanto por los miembros de la Corte como por el público en general; plazos acordes a los principios de celeridad y eficiencia a los fines de garantizar una tutela judicial efectiva; y cualquier otra actividad acorde a la transparencia y celeridad en el proceso de resolución de causas, conforme las atribuciones propias del artículo 113 de la Constitución Nacional”.

Weretilneck argumenta que “el máximo tribunal tiene una función mucho más elevada que la jurisdiccional de ser la última instancia de resolución de conflictos judiciales. En términos de ser la cabeza de un poder del Estado, y de controlar la validez, esto es, la constitucionalidad, de los actos de gobierno y de las normas, su poder político está a la altura del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo” y subrayó:  “El problema de una Corte ‘partidizada’, sea a favor o en contra del poder político de turno, esto es, adicta o en riña con dicho poder, es la politización en el mal sentido con la que pretendemos terminar a través del presente proyecto de ley”.

Aseveró también que “esa nueva conformación no sea tan solo cuantitativa sino también cualitativa ya que el objetivo es dotarlo de mayor legitimidad y, a su vez, mayor celeridad y eficiencia. Parece necesario entonces, en vistas de que el tercer poder del Estado vuelva a alcanzar una politicidad en un sentido virtuoso, y no vicioso como el actual, alcanzar un nuevo consenso político en el modo de su conformación para poder lograr nuevamente una Corte independiente que garantice una representación pluralista y federal a fin de ser un contrapeso de manera genuina a la actuación de los poderes ejecutivo y legislativo”.

La situación actual de la Corte

Desde 2021, tras la renuncia de la jueza Elena Highton, la Corte está compuesta por cuatro integrantes: el presidente Horacio RosattiCarlos RosenkrantzJuan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.

Desde entonces, la vacante que dejó la saliente magistrada no pudo ser cubierta debido a que la Constitución requiere los dos tercios de los miembros de la cámara Alta para designar un reemplazante, algo que el oficialismo -desde que perdió su mayoría- no pudo conseguir.

Por tal motico, el kirchnerismo duro vuelve con la idea de ampliar los miembros de la Corte, algo que quedó pendiente del pasado tras la sorpresiva salida de la única jueza del tribunal.

El proyecto también busca establecer el sistema de designación del presidente de la Corte, que deberá ser a través del «mayoritario de la totalidad de los magistrados que la integran».

Designado en septiembre de 2021, actualmente el juez Rosatti es el titular del Supremo Tribunal. El magistrado es duramente cuestionado por el ala dura oficial liderada por Cristina Kirchner. Tal enemistad se profundizó en los últimos días tras el último fallo con el que Rosatti asumió el control del Consejo de la Magistratura y la decisión de avanzar en una nueva etapa tomándole juramento a los nuevos integrantes del organismo para que se ponga en funcionamiento «de forma inmediata».

Fuente: Noticias del Congreso Nacional