Se realizó la audiencia de cesura para requerir la pena que, según las partes, le corresponde a Víctor Gastón Sepúlveda Palacios, declarado culpable de diversos delitos en el marco de un contexto de violencia de género. El Ministerio Público Fiscal pidió que se le impongan 10 años de prisión.
El acusado asistió al debate, desarrollado los días 12 y 13 de Septiembre, luego de haber sido extraditado por el Poder Judicial provincial desde Brasil, en donde intentó mantenerse prófugo de la justicia rionegrina. Luego del mismo se lo encontró autor penalmente responsable de los delitos de coacción, amenazas y desobediencia judicial.
La Fiscalía detalló en su alegato de cierre la totalidad de los agravantes que consideró probados en el marco del juicio. Comenzó enfatizando en “el modo en que ejecutó cada uno de los hechos, utilizando distintos chips prepagos que impidieron ponerle un limite. Ante los sucesivos bloqueos de la víctima a un número telefónico, el agresor compraba otro chip lo que volvía frustrante la actividad de la mujer”.
Además los “siete hechos endilgados se componen de una excesiva cantidad de mensajes con un contenido altamente ofensivo de acoso, hostigamiento, persecución, chantaje y vigilancia”.
“Las consecuencias que los hechos produjeron a la víctima son innumerables, cualquier ruido le generaba temor ya que se sentía controlada, angustiada y esto lo pudo poner en palabras en el juicio tanto la víctima como todo su entorno. Recordemos a las amigas diciendo cómo vieron a la joven derrumbarse”.
Esta situación – continuó expresando la Fiscal del caso – “la alejó de su circulo más cercano, algo típico de estas conductas que confluyen en el circulo de la violencia”. Todo lo vivido “socavó su autoestima y la afectó en múltiples aspectos. Ella pudo poner en palabras que se creyó todas las cosas que él le decía”.
En cuanto a la extensión del daño y peligro causado la Fiscalía se detuvo en el repaso de los resultados de la pericia psicológica introducida como prueba por el mismo profesional que la realizó: “Los indicadores de stress post trauma fueron altísimos, el perito psicológico fue sumamente concluyente. No hay simulación ni existe en su historia otro aspecto que haya podido generar esta sintomatología”.
Finalmente se refirió a las condiciones personales del imputado que ya tiene antecedentes penales y cuya defensa trajo a la instancia de cesura a dos amigos que hablaron de la personalidad del hombre.
“Nada de lo que trajo la defensa a esta audiencia modifica lo que hasta aquí se ha probado, es más, el hecho de que sea un excelente amigo se corresponde con el perfil prevalente de este tipo de agresores. Hay estudios que destacan que un alto porcentaje de los hombres violentos lo son sólo con su pareja y no con sus restantes relaciones vinculares”.
“Por todo ello no observamos atenuantes en este caso y solicitamos la pena de 10 años de prisión efectiva”, enfatizó la Fiscalía.
Luego de ello, y de los alegatos de cierre realizados por el abogado del hombre, el tribunal compuesto por tres jueces de juicio ingresó a la instancia de deliberación.