Un fallo de primera instancia del Juzgado Civil N°1 de Cipolletti disolvió el contrato de compraventa entre dos hombres que habían negociado un Chevrolet Corsa. Como el coche fue secuestrado en Neuquén la sentencia dispuso la entrega definitiva al propietario, quién detenta la titularidad registral.
Surge del expediente, que el titular del Chevrolet Corsa Classic modelo 2007, cuatro puertas, firmó un contrato de compraventa y entregó el vehículo bajo promesa de pago en dos cuotas.
El comprador nunca cumplió con lo pactado y el vendedor pretendió intimarlo mediante carta documento. Sin embargo la misiva nunca fue entregada porque el hombre no estaba en el domicilio que había consignado en el contrato.
El titular realizó una denuncia penal ante la Fiscalía N°5 de la ciudad de Neuquén Capital y el coche fue finalmente secuestrado y quedó en el depósito de la Policía. Después de un tiempo el vendedor supo que la fiscal actuante había archivado la denuncia al entender que no se encontraba ante una conducta delictiva y que la materia del conflicto era de naturaleza civil.
Mientras tanto, el comprador siguió sin abonar lo pactado. Ni siquiera fue ubicado.
En el fuero civil de Cipolletti el contrato de compraventa fue disuelto por la falta de cumplimiento, por parte del comprador, de la obligación “nuclear” de pagar un precio en dinero por la entrega del bien.
El fallo, además, ordenó la entrega definitiva del auto a su titular registral.