El incendio que derivó en el fallecimiento de un niño de 4 años se originó por un juego con un encendedor. La situación se salió de control y todo terminó en tragedia.
En la noche del miércoles, pasadas las 20.30 horas se desató un incendio en una de las habitaciones de la vivienda ubicada en la calle 31 al 800. El fuego tomó uno de los colchones y las llamas hicieron el resto al generar contacto con un aerosol que había en el lugar. Esa fue la explosión que dijeron haber escuchado algunos vecinos.
La muerte del pequeño niño de 4 años es desconsoladora desde todo punto de vista. No tiene explicación y genera impotencia en la comunidad, porque nadie está preparado para eso. Pero este no fue el único caso en Viedma ya que hace exactamente diez años atrás dos hermanitos perdían la vida en el incendio de una precaria casilla ubicada en el Loteo Silva.
La familia del chiquito fallecido hace pocas horas fue abordada por el área de Acción social municipal y el Estado provincial. Hubo participación del Estado para ayudar en tan difícil momento y debe seguirse dando para la contención de todos los integrantes de la familia que tienen que sufrir la pérdida de un ser querido.
En el plano social muchas son las preguntas que quedan dando vueltas y muchas son las que surgirán, pero es el momento de respetar y ponerse en el lugar de esa familia que no pasa un buen momento.
El Fiscal Juan Pedro Puntel trabajó en la causa junto a personal de Criminalística de la Policía que realizó pericias tras la participación de Bomberos del Destacamento del barrio Lavalle.
