Seis detenidos de El Hoyo acusados de iniciar incendios en El Bolsón fueron liberados por orden de un juez

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En una decisión que cuestiona la actuación del Estado de Río Negro, el juez Ricardo Calcagno liberó a seis personas de El Hoyo, acusadas de provocar incendios en El Bolsón. La falta de pruebas y la presunción de inocencia fueron centrales en la decisión, mientras el defensor oficial denunció el señalamiento infundado y la estigmatización que sufrió el grupo, dedicado a la bioconstrucción y prácticas sustentables.

La audiencia contra cinco mujeres y un hombre acusados de provocar incendios en El Bolsón, dejó en evidencia la falta de fundamentos en la actuación del Ministerio Público Fiscal y de la Policía de Río Negro al señalar a vecinos de la zona. El juez Ricardo Calcagno no admitió la formulación de cargos debido a la falta de elementos que permitieran establecer una «duda razonable» que justificara una investigación.

Las acusadas son, en su mayoría, arquitectas que se instalaron en El Hoyo hace algunos años, provenientes de Córdoba, Tucumán, Buenos Aires (capital y provincia). El grupo se dedica a actividades como la bioconstrucción, huertas agroecológicas, arte y terapias alternativas. Una de ellas incluso afirmó trabajar para el CONICET, publicó el sitio VDM Noticias.

La acusación estuvo encabezada por el fiscal Jefe, Martín Lozada, y el titular de la Fiscalía Descentralizada de El Bolsón, Francisco Arrien.

En su resolución, el juez Calcagno destacó que las acusaciones se basaron únicamente en los dichos de cuatro personas, sin que se realizaran investigaciones adicionales. «No hay elementos de sospecha suficientes para justificar una investigación», afirmó Calcagno, quien ordenó la inmediata liberación de los acusados.

«Creo que resulta, al menos, prematuro formular cargos contra seis personas basándose únicamente en los dichos de cuatro personas que sospechan», manifestó el juez Calcagno. «No hay más fundamentos que eso, y quien viralizó las fotos niega haber visto a estas personas prender fuego. Sospecha porque se lo dijeron ‘de arriba’… Pero, ¿quién de arriba? Nadie investigó», añadió el juez, quien dedicó un momento a reflexionar sobre la presunción de inocencia.

 

«Se dan por seguras cosas que eran fácilmente investigables. Esto ocurrió el día 2 y hoy estamos a 8. Tuvimos seis días para efectuar una investigación antes de formular los cargos. La presunción de inocencia funciona al revés: deben existir elementos de sospecha suficientes para que el Ministerio Público Fiscal pueda detener a las personas como sospechosas de autoría. No se las puede detener para que demuestren su inocencia», subrayó.

 

En ese marco, el juez señaló que «no se cumplen los requisitos del artículo 130 del Código Procesal Penal para iniciar una investigación contra estas seis personas» y ordenó su inmediata libertad.

 

Como era de esperar, el grupo reaccionó con emoción ante las palabras que ponían fin a lo que muchos calificaron como una «cacería de brujas» de la que fueron víctimas. El defensor oficial Marcos Ciciarello se refirió al caso y lanzó una advertencia al Poder Judicial.

 

«Es absurdo, es bochornoso. Estas personas van a ayudar de corazón, de buena voluntad, poniendo en riesgo sus vidas y gastando recursos propios, y la respuesta estatal es esta: la cárcel, la estigmatización, el señalamiento. Hay que tener cuidado con dar rienda suelta a estas suposiciones, a estas conjeturas. Además de los incendios, que son un problema comunitario de envergadura, podemos tener, institucionalmente, otros problemas si permitimos que los vecinos dejen de ayudarse entre sí por temor a ser perseguidos», expresó.

 

«Me da vergüenza lo que les ha pasado a ellas. Como miembro del Poder Judicial de Río Negro, les pido disculpas públicas porque este hecho me genera mucha indignación. Evidentemente, el humo no permite advertir el sentido común que impone la presunción de inocencia», añadió.

 

En ese contexto, Ciciarello puso en evidencia lo absurdo de la situación que el grupo tuvo que enfrentar debido a señalamientos infundados y a la persecución que se llevó a cabo a través de redes sociales.

 

«Si yo fuera investigador de hechos criminales, me preguntaría si las personas que van a prender fuego y a cometer un delito van a dar sus datos personales y van a dejar copia de su DNI, si van a dejar el termo y el mate para que les calienten el agua antes de ir a prender un fuego y, después de prenderlo, van a volver a la casa a buscar el termo y el mate…», cuestionó.

 

«Miren lo absurdo de esto: estas personas se dedican a construir sin afectar la naturaleza, pero en sus ratos de ocio van y generan incendios. ¿Cuál sería el interés de estas chicas en prender fuego en ese lugar, en perjudicar a la familia Palma (grupo que denunció a las vecinas) y en generar ese peligro común en un lugar que aman?», agregó.

 

Fuente VDM Noticias


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