La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó las penas a prisión perpetua para seis policías condenados por el homicidio de Daniel Francisco Solano.
Se trata del trabajador rural salteño que fue desaparecido el pasado 5 noviembre de 2011 en Choele Choel y que, según se comprobó en un juicio oral y público, fue torturado y asesinado por los policías Pablo Federico Bender, Héctor César Martínez, Juan Francisco Barrera, Sandro Gabriel Berthe, Pablo Andrés Albarrán Cárcamo, Diego Vicente Cuello y Pablo Quidel.
En el fallo que se conoció, la Corte consideró «inadmisible» los planteos realizados por las defensas de seis de los de los condenados, por lo que quedaron firmes los fallos que determinaron las responsabilidades de Bender, Martínez, Barrera, Berthe, Cárcamo y Cuello en el crimen. En tanto, el séptimo condenado por el hecho, Pablo Quidel, demoró en la entrega de requerimientos al momento de presentar la queja, informó el sitio La Palabra.
Durante el juicio oral y público, que finalizó el 1 de Agosto de 2018, se condenó a los siete policías por el delito de “homicidio agravado por alevosía por ser cometido por un funcionario público”. En tanto, en el caso de Berthe, Bender y Barrera, se les sumó el delito de vejaciones.
Según quedó demostrado en el debate judicial, Solano era un joven jornalero oriundo de Tartagal, que trabajaba para la firma “Agrocosecha”. El 4 de noviembre de 2011 cobró sus haberes en Lamarque y se dirigió a Choele Choel con dos compañeros para ir al local bailable Macuba Disco.
De ahí, ya en la madrugada del 5 de noviembre, fue retirado violentamente por personal policial. Una vez afuera, permaneció bajo custodia policial hasta la llegada de un patrullero Ecosport de la Unidad 8° de Choele Choel, que había sido requerido vía radial para “trasladar a un contraventor”.
Luego, Solano fue conducido a la vuelta de local, donde fue brutalmente agredido y luego trasladado en patrullero, hasta no saberse más nada de su paradero.
Durante el juicio, la querella sostuvo que la razón del homicidio está vinculada a los reclamos que Solano había iniciado por mejoras salariales.