Patagones: encontraron muerto al Chanchi Becerra en una pensión

Becerra en uno de sus tantos trasladados judiciales

La Policía Comunal de Patagones investiga la muerte de un conocido delincuente que supo estar en las diferentes portadas de los medios de la región involucrado en casos detonantes como el haber asesinado a un policía y la quema de un juzgado en el Poder Judicial de Río Negro. Fue encontrado sin vida en una pensión de la calle España.

Ricardo Iván Becerra de 38 años, más conocido como “El Chanchi”, fue encontrado esta madrugada sin vida en una pensión de la calle España donde se presume estaba viviendo hace poco tiempo. Protagonista de un importante número de hechos policiales entre los cuales cuenta el asesinato del Sargento Quiriban, terminó su historia en una pensión ubicada en la última localidad de la provincia de Buenos Aires, ahí, al límite con el río Negro frente a Viedma, Capital de la provincia de Río Negro donde se emplaza el barrio en el cual se crío y comenzó su raid delictivo, el populoso barrio Guido.

Algunas fuentes policiales aseguran por estas horas que la muerte de Becerra se dio por propia voluntad ya que al lado del cuerpo habría un arma de fuego. Todo es materia de investigación por estas horas, aunque es muy probable que la causa se caratule como “suicidio”.

El historial de Becerra

Lo último que se supo de Becerra en medios de la región es que fue protagonista de un nuevo escape cuando debía volver de las 48 horas de salida transitoria que le otorgaron por cumplir dos tercios de la condena. La Unidad 4 del Servicio Penitenciario Bonaerense fue el destino que le tocó a Becerra para cumplir la pena y fue el mismo lugar al que no volvió y se pidió su captura, por lo que policía Bonaerense y Rionegrina se pusieron en alerta ante la posibilidad que El Chanchy regrese a la Comarca.

Según un cronológico informe publicado por el medio mejorinformado.com, Becerra comenzó a figurar en los medios de comunicación en el 2000 cuando asesinó de un disparo al corazón al Sargento Quiriban en el mismo barrio donde él vivía, el Guido. El precoz delincuente por esos días, aprovechó que el policía hablaba por teléfono para dispararle de manera cobarde y terminar con su vida. Fue capturado y trasladado al Maruchito de Roca, un establecimiento para presos de confianza y menores que depende del Servicio Penitenciario provincial. Pero a los pocos meses se escapó. Al tiempo lo atraparon y se volvió a fugar.

El delincuente volvió a estar en los medios de comunicación cuando sucedió un gravísimo hecho para la historia institucional del Poder Judicial de Río Negro, cuando delincuentes incendiaron el Juzgado de Instrucción N° 4 en el edificio de las calles 25 de Mayo y Laprida. En esa causa, Becerra fue involucrado junto a otros delincuentes y el abogado Ignacio Galiano. En la causa, quedaron todos sobreseídos por la incapacidad judicial para investigar ese caso.

Tiempo después, Becerra cayó por un robo y terminó en la cárcel de Viedma. Pero volvió a escapar nuevamente en octubre de 2016 utilizando un criquet de auto con el que forzó las rejas de la celda 22 en la que estaba alojado. Junto a otros dos presos llegó hasta el alambre perimetral que cortó con un alicate y huyeron en un Chevrolet Cruze que los esperaba afuera. Mientras escapaban, tiraron maderas con clavos para que los policías no pudieran perseguirlos en los patrulleros, detalla el informe redactado por el colega Fabian Rossi en septiembre del año pasado.

Becerra cayó preso por última vez en Mar del Plata, en abril de 2017. Además de la policía de Río Negro, a esta altura ya lo buscaba también la Bonaerense, ya que en noviembre del año anterior protagonizó un violento asalto a una pareja mayor en un establecimiento rural ubicado en el paraje Juan Vincenty, en el kilómetro 70 de la ruta 55. En el lugar cometió un error de principiante, dejó plasmadas las huellas de tres dedos de su mano izquierda en un vaso y esa fue la principal prueba para determinar que fue uno de los atacantes del hombre de 78 años al que golpeó salvajemente.

Mientras estaba en la clandestinidad, la ex pareja de Becerra en Viedma y su hija de 9 años fueron baleadas y debieron recibir atención médica. La investigación comprobó que el autor de los disparos había sido el Chanchi. La mujer tenía dos orificios de entrada y salida en la pierna derecha a la altura del muslo y por encima de la rodilla, en tanto que la niña tenía una herida similar en la pierna.

Una vez apresado, mientras circulaba por las calles de Mar del Plata con un documento falso, fue juzgado y terminó en Bahía Blanca, por la cercanía con su familia en Viedma y el derecho que tienen los internos de permanecer cerca de sus vínculos. Ya con las dos terceras parte de su condena, accedió al beneficio de las salidas transitorias, que respetó hasta el mes de septiembre de 2021 cuando debía regresar a la Unidad 4 y no lo hizo.

Durante la mañana, comenzaron a llegar mensajes a la redacción de este medio consultando si era cierto que El Chanchi Becerra se había quitado la vida. Tras algunas averiguaciones, varias fuentes confirmaron a este medio que su cuerpo fue encontrado en una pensión de la calle España al 200, ahora se deberá determinar si fue el propio Becerra quien decidió ponerle fin a su historia de vida.