Según se informó oficialmente, las armas fueron denunciadas como robadas por los propios efectivos policiales de dos unidades de Viedma. Una se robó en el año 2015, mientras que el otro robo fue en 2018.
Entre la semana pasada y los últimos días se llevaron a cabo una serie de allanamientos, a partir de un trabajo conjunto entre el Ministerio Público Fiscal y la Policía de Río Negro, que permitió dar con elementos vinculados a diversos hechos registrados en barrios viedmenses en los que se advirtieron disparos en horas de la noche y la madrugada.
En las primeras diligencias se secuestró un auto que presentaba marcas compatibles con disparos, que está siendo objeto de análisis por parte del Gabinete de Criminalística de la Policía de Río Negro.
Asimismo, los allanamientos continuaron en la jornada del miércoles de manera simultánea en viviendas particulares ubicadas en los barrios Lavalle, Loteo Silva, 30 de Marzo y Mi bandera.
En este marco, como resultado de los procedimientos los funcionarios judiciales junto con la Policía secuestraron dos armas reglamentarias. También, se encontraron proyectiles, una campera 100% reversible color gris y amarillo flúor, y un auto que fue requisado.
Los peritajes a cargo de los departamentos de análisis científico tanto de la Policía como de la Procuración General de Río Negro, permitió determinar en un principio que las armas fueron denunciadas por empleados policiales en la Comisaría 30º y en la Subcomisaría 63º de Viedma en los años 2015 y 2018.
Finalmente, los ocupantes mayores de edad de aquellas viviendas en las que fueron encontrados los elementos secuestrados serán imputados, en principio, por tenencia ilegal de arma de fuego de guerra.
