La reciente habilitación de la caza plaguicida de jabalí en el partido de Patagones, Provincia de Buenos Aires, representa una medida que busca abordar la problemática de esta especie invasora y sus impactos en la agricultura y el ecosistema local. Si bien esta iniciativa puede ser vista como una herramienta de control poblacional, la normativa implementada establece un marco regulatorio estricto que busca equilibrar la efectividad de la caza con la seguridad pública, la conservación del medio ambiente y la promoción de prácticas responsables. No podrán utilizarse perros para cazar.
La disposición de requerir un permiso escrito del propietario del campo, intransferible, junto con la posesión de la licencia de caza habilitante, subraya la importancia de la propiedad privada y la responsabilidad individual en la gestión de la caza. Este requisito no solo busca controlar el acceso a las tierras de caza, sino también fomentar la comunicación y coordinación entre los propietarios y los cazadores, promoviendo una gestión más efectiva y sostenible del jabalí. La necesidad de obtener los permisos en la sede del Comando de Prevención Rural añade una capa de control institucional, permitiendo un registro y seguimiento de la actividad.
Los requisitos específicos para la obtención del permiso, como el domicilio en la Provincia de Buenos Aires (partido de Patagones), la ausencia de antecedentes penales, la mayoría de edad y la posesión de un CLU vigente, reflejan un esfuerzo por garantizar que la actividad sea llevada a cabo por personas responsables y aptas para el manejo de armas de fuego. Esta selección rigurosa busca minimizar los riesgos asociados a la caza, tanto para la seguridad pública como para la fauna autóctona.
La prohibición expresa de la caza con jaurías, así como la restricción de la actividad en caminos vecinales y espacios públicos, evidencian la preocupación por evitar prácticas crueles e indiscriminadas, así como por proteger la seguridad de los ciudadanos y la integridad del entorno. La ley 10081, a la que se hace referencia, seguramente detalla las normas y regulaciones específicas en materia de caza, debiendo ser acatada rigurosamente por los cazadores.
Finalmente, la prohibición de comercializar la carne o productos derivados de la caza plaguicida apunta a diferenciar claramente esta actividad del aprovechamiento comercial de la fauna silvestre. Este punto enfatiza que el objetivo principal de la habilitación es el control de la población de jabalíes, no el beneficio económico.
En el caso de infracción o incumplimiento de las normativas vigentes, se revocara el permiso e inhabilitara la licencia de caza dela persona infraccionada.
La habilitación de la caza plaguicida de jabalí en Patagones, Buenos Aires, se presenta como una herramienta de gestión regulada que busca mitigar los daños causados por esta especie invasora. Sin embargo, la efectividad de esta medida dependerá de la rigurosa aplicación y cumplimiento de la normativa establecida, así como de la colaboración entre los propietarios, los cazadores y las autoridades competentes.
Es crucial que se realice un monitoreo constante del impacto de la caza plaguicida en la población de jabalíes y en el ecosistema en general, a fin de ajustar las estrategias y garantizar la sostenibilidad de esta práctica a largo plazo.
