Consiguió fondos de todo tipo para poder adquirir una silla de ruedas de competición para poder competir representando a la selección juvenil. Pero la silla no aparece y tuvo que iniciar acciones legales.
Un deportista de alto rendimiento con discapacidad adquirió una silla de ruedas de competición para seguir su carrera deportiva. Pudo gestionar la compra de la misma a través de un aporte realizado por la Agencia Nacional de Discapacidad -ANDIS- en el marco de un programa de apoyo a deportistas con discapacidad de alto rendimiento y/o para olímpicos, más otras sumas de dinero obtenidas a través de campañas de ayuda solidarias, tales como rifas, bingos, etc.
Otro colega atleta le dio el contacto de una persona, quien según sus propios dichos, gestiona la compra de sillas de ruedas de estas características en EEUU. Ya había realizado esta gestión para otros atletas.
Hace unos meses, le depositó la suma necesaria para la compra de una silla importada personalizada y le extendieron la factura correspondiente. Además en noviembre de 2023 le transfirió el dinero para cubrir los costos de envíos internacionales y empaque con destino final Buenos Aires y. Le confirmaron que en febrero de este año la silla estaría en Buenos Aires.
Hasta hoy la silla de ruedas de competición de alto rendimiento nunca le fue entregada. Desconoce si se compró, donde se encuentra, si fue despechada o no. El vendedor dejó de responderle los mensajes.
El atleta representa a la Selección Argentina Juvenil de Atletismo Paraolímpico y debe participar en distintas competencias de carácter nacional e internacional. La silla es fundamental para poder desempeñarse en la disciplina. Su próxima convocatoria es el 5 de mayo de 2024 para los Juegos Para Araucanía en la Provincia de la Pampa. El comité paraolímpico le informó la necesidad de participar con su silla de competición.
El atleta hizo una presentación en el juzgado multifueros de El Bolsón. La jueza enmarcó el caso en una relación de consumo, originada en la contratación de servicios con el demandado para la compra.
También afirmó que sus derechos a la dignidad humana, a la igualdad de oportunidades, a la educación como deportista de alto rendimiento, y a su calidad de vida están siendo vulnerados por el accionar antijurídico y arbitrario del demandado.
Agregó que se trata de un consumidor hipervulnerable a raíz de su discapacidad que “necesita de un complemento deportivo esencial para poder superar las barreras que le impiden su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
Por ello ordenó al operador que antes del 5 de mayo proceda a la entrega de la silla «Top End Elliminator cage OSRS Racing Wheelchair», silla de atletismo de alto rendimiento adquirida, e informe todos los datos de la operación realizada para adquirir la misma.