El fuero de Familia de Bariloche dictó una sentencia que permitirá a una mujer reconstruir su identidad materna. La jueza ordenó incorporar el apellido de su madre biológica en toda su documentación, colocándolo en primer lugar. La decisión buscó reflejar el vínculo con su madre, el cual no había sido registrado oficialmente desde su nacimiento.
En la lectura del fallo, la jueza dedicó unas palabras a la mujer, resaltando su historia de resiliencia y la importancia de su pedido: “ha sido realmente un placer conocerla personalmente. Su historia de resiliencia ha sido profundamente conmovedora para mí. Ver en su relato cómo, a pesar de lo difícil que ha sido el tránsito de su vida hasta el momento, ha sabido tamizar su historia, rescatando los matices que hacen a su identidad. Con esta sentencia pretendo colaborar a dar el primer paso para reconstruir su historia, la que usted misma, con una profunda búsqueda y trabajo personal, ha decidido honrar. Ahora resta acompañarla en el segundo paso, la modificación de su nombre, tal y como es reconocida familiar y socialmente. Reciba mi más sincero reconocimiento”.
La mujer acudió al Poder Judicial debido a que su madre biológica no figuraba en ninguna de sus documentaciones oficiales. Desde su inscripción, cinco años después de su nacimiento, solo se consignó el nombre de su padre tanto en su partida de nacimiento como en todos sus demás documentos. A pesar de que sus padres estaban casados y tenían cuatro hijos, la madre no aparecía en los registros oficiales. Esta omisión se habría dado en un contexto de extrema vulnerabilidad que afectó a su familia en aquel momento.
La mujer también mencionó que dejó de ver a su madre cuando tenía apenas dos años y fue alojada en distintos lugares. A lo largo de su vida, emprendió un proceso personal de búsqueda para reconstruir su historia e identidad. En su declaración ante el tribunal, señaló que este pedido no solo busca completar su documentación, sino también reivindicar a su madre, a quien consideró parte fundamental de su identidad.
En el marco del proceso judicial, sus hermanas dieron su conformidad para avanzar con la demanda, por lo que no fue necesario continuar con más diligencias. Sin embargo, la jueza consideró oportuno realizar una audiencia para ratificar la solicitud y ordenar una prueba de ADN. El análisis, realizado por el Laboratorio Regional de Genética Forense, confirmó el vínculo biológico con sus hermanas, con un índice de hermandad superior al 99,9 por ciento.
El fallo destacó que el derecho a la identidad abarca tanto el conocimiento de los orígenes biológicos como el derecho a que los documentos oficiales reflejen correctamente la filiación de una persona. “La identidad personal es un conjunto de atributos y características que permiten individualizar a la persona en sociedad y diferenciarla de otras”, señaló la jueza en su resolución.