Despido en represalia: un hotel de Bariloche deberá indemnizar a una mucama por reclamar pausas laborales

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Una empleada de limpieza de un hotel de Bariloche fue despedida tras reclamar por la falta de pausas para alimentarse durante su jornada laboral. La Justicia laboral determinó que la desvinculación fue una represalia directa a sus reclamos y condenó a la empresa All Flags S.A. a pagar una indemnización adicional equivalente a seis sueldos, además de diferencias salariales e intereses.

Condiciones deterioradas

La trabajadora se desempeñaba como mucama permanente en uno de los hoteles de mayor categoría del complejo turístico. Durante años, cumplió turnos de ocho horas atendiendo entre ocho y diez habitaciones sin mayores conflictos. Sin embargo, en mayo de 2021, la empresa solicitó un descenso de categoría del hotel —de cinco a cuatro estrellas— ante la Municipalidad. A partir de ese momento, las condiciones laborales se deterioraron significativamente.

Según el fallo, las mucamas comenzaron a limpiar hasta doce habitaciones por turno, incluidas cabañas que implicaban tareas adicionales como el lavado de vajilla. Aunque la jornada seguía siendo de ocho horas, ya no se contemplaban descansos ni pausas para el refrigerio. Testigos indicaron que debían optar entre dejar tareas sin terminar o seguir trabajando sin comer, en un contexto de alta ocupación hotelera.

Reclamo y despido

La trabajadora fue una de las pocas que expresó formalmente su disconformidad. En una reunión con una gerente, le sugirieron —según declaró una testigo— que fuera al correo a presentar su renuncia “porque había gente esperando su puesto”. Pocos días después fue despedida, sin que se desvinculara a ningún otro empleado del área.

Durante el juicio, la empresa negó represalias y alegó una reestructuración del personal. También aseguró que no se habían reducido los ingresos de la empleada, sino que se modificaron ítems del recibo sin alterar el monto final. Sin embargo, el tribunal rechazó esa defensa y dio por probado que el despido fue una represalia.

Fallo ejemplar

La sentencia fue categórica al calificar el despido como violatorio de la normativa laboral argentina y del Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prohíbe sancionar a un trabajador por formular quejas sobre sus condiciones de empleo.

Además del pago de seis sueldos adicionales, la empresa deberá abonar las diferencias salariales reclamadas por la trabajadora, más los intereses acumulados.

El caso se dio en Bariloche

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