Crímenes Capitales: La incomprensible muerte de Anita Masello

Troche queriendo explicar su inocencia
Troche queriendo explicar su inocencia

El 14 de marzo de 2009 un grupo de personas buscaba la reorganización de un sindicato. Un reducido conjunto de trabajadores de prensa pretendía que el por entonces sindicato que los representaba se active de una vez. La discusión era intensa cuando sonó el teléfono celular de uno de los presentes.

-“Hola, quién habla”, fue la pregunta del corresponsal de policiales de uno de los diarios gráficos de Viedma.

-“Hola, averigua porque desapareció una nena. La están buscando hace rato y no aparece”, fue la contestación del otro lado del teléfono. Una fuente policial advertía sobre el caso que horas después se instalaría en todos los medios de prensa de la Capital rionegrina.

Era la mañana del sábado 14 de marzo de 2009, cuando se profundizaba la búsqueda de la niña Ana Masello. Uno de los perros de la División Canes, El Sureño, era el encargado de seguir el rastro de la niña de 8 años desde el último lugar donde se la vio. El trabajo había sido intenso hasta la noche del viernes donde concluyeron en una chacra cerca del río, zona a la que se accedía a través de un sendero.

Ya en la mañana del sábado, se retomaron las tareas de rastrillajes y tras reforzar la prueba de olor al Sureño, el can continúo con su tarea. Desde el terraplén establecido en la chacra donde habían concluido sus tareas el día anterior, Sureño bajo unos 300 metros río abajo seguido por su guía.

Matorrales y arbustos definían el paisaje donde se produciría el triste hallazgo. El cuerpo de Anita estaba sumergido sobre una zona de difícil acceso. Al parecer, había sido empujada a una muerte segura.

Mirian Troche se encontraba detenida en la Comisaría Primera. Fue llevada a ese lugar luego que desde el Juzgado de Instrucción Nº 2, el juez Carlos Reussi determinará su traslado desde la Comisaría 34 cuyos integrantes llevaron a cabo la detención por sustracción de personas. La mujer había sido vista con la niña horas antes de encontrarla muerta y su coartada no iba a resultar creíble para nadie.

“No entiendo por qué me acusan, porque apuntaron a mí, porque fui yo que me fui de la casa, no que él se separó de mi como dijo en todos los medios”, declaraba Ana en una nota periodística ofrecida en la Alcaidía de Viedma antes del juicio oral y público.

En el testimonio registrado en vídeo, la mujer, pretendió instalar su coartada sobre la relación con Carlos Masello, papá de Ana y sobre el día que la niña desapareció para después ser encontrada muerta.

“Yo me fui, no quería estar con él por el maltrato que ya venía de hace rato. Viaje a Paraguay y él fue, me trajo de vuelta y ya no quería estar más con él”, refirió la mujer quien dijo que estaba en su casa con sus hijos hasta el mediodía. A la tarde la fue a buscar la policía.

“Nunca la pase a buscar a Ana, la última vez que la vi fue el día anterior”, expresó con total seguridad mirando a la cara a sus entrevistadores. Troche pretendió en todo momento reafirmar que su relación con la niña era buena, de madre a hija, sin problemas.

“Ana era como una hija para mí, yo la cuidaba, vivía con ella, cuando el padre trabajaba yo estaba con ella. No entiendo por qué me acusan a mí, hasta el día de hoy no puedo entender por qué estoy acá”, precisó Troche desde una de la celda de visita de la Alcaldía.

La investigación policial y judicial tenía una serie de testigos que aseguraban haber visto a Mirian Troche caminar junto a Ana Masello por la zona del barrio San Martín el día que se dirigían a la costa rionegrina. “Pienso que los testigos mienten, no me pudieron haber visto porque yo estaba en mi casa”, contestó la mujer detenida con palabras entre cortadas intentando detallar que la mayoría de las personas que testificaron eran familiares del padre de la víctima.

Troche contó que días antes del hecho había perdido la tenencia de su hijo. “Fue por culpa de él”, contó haciendo referencia al padre de Anita. “Mi hijo no quería estar más conmigo porque lo maltrataba, entonces no quería estar conmigo, se quedó con el papá”, contó.

“Yo estaba con el trámite de poder recuperar a mi hijo. El jueves me había ido mal y yo llegue mal, entonces ahí fue cuando me empezó a decir que mi hijo me manejaba, ahí le dije que no quería estar más con él. A la tarde agarre mis cosas y me fui”, contó la mujer de nacionalidad paraguaya sobre el acontecimiento sucedido horas antes de la desaparición de Anita.

En el juicio se probó que Miriam Troche pasó a buscar el día viernes 13 a Anita Masello por la casa donde vivía junto a su madre. “Vamos a darle una sorpresa a tu papá”, habrían sido las palabras para disuadir a la niña. Reforzó el engaño comprando algunas golosinas en la Estación YPF ubicada frente a la rotonda de la Universidad y luego, nadie sabe de qué forma, logró que la niña llegase hasta la costa del río Negro donde perdió la vida.

Incomprensible pérdida

El crimen de la niña resultó incomprensible para la comunidad, nunca se pudo entender, ni saber por qué accionar contra una niña involucrándola en cuestiones de personas adultas. La falta de confesiones por parte de Troche y el silencio en la instancia de juicio oral, crearon la eterna duda del por qué.

Por qué llevarse la vida de una niña, por qué aprovechar la inocencia de Ana para engañarla y empujarla a una muerte segura, ya que la victimaría tenía conocimientos que no sabía nadar al momento de empujarla al agua.

Por qué una mujer, madre de otros hijos, no supo ver el dolor que generaría en la familia de la niña semejante pérdida. Quizá esa acción fue la que más ruido hizo en el entorno social y también en la voluntad de los jueces que llevaron a cabo el juicio que consideraron que la única pena que le cabía a la mujer era la de prisión perpetua.

Las palabras de Mirian Troche en la única nota que ofreció a la prensa pasaron, como pasa sus días encarcelada, como pasan los recuerdos de Anita para su familia, como pasan estas palabras para los ojos del lector, como pasó una nueva entrega de crímenes capitales y como pasa la vida misma para cada uno de nosotros.

 

Vea el registro en vídeo de la nota realizada a Mirian Troche desde la Alcaidía. 

Entrevista realizada por Juan Gorosito y Alejandro Azaroff