La defensa del acusado solicitó que recupere la libertad considerando vencido el plazo máximo previsto para la prisión preventiva. La fiscalía y la querella coincidieron en que no se pudo avanzar a la etapa de control de acusación y al juicio por pedidos de prórroga impulsados por los abogados del imputado. El juez mantuvo la detención.
Según indicaron los representantes del Ministerio Público, la fiscalía solicitó la audiencia de control de acusación el 21 de marzo de este año. Desde esa oportunidad y a partir de un cambio de defensa técnica se solicitaron sucesivas prórrogas que culminaron en que el comienzo de la audiencia de control de acusación haya sido fijado para el 4 de noviembre.
Explicaron que al dictarse la prisión preventiva, la jueza de garantías lo había hecho hasta que se realice la audiencia de control de acusación, circunstancia que aún no ocurrió. El abogado que representaba al acusado en ese momento no recurrió la medida por lo que la misma se encuentra firme.
La defensa, por el contrario, entendió que el artículo 114 del Código Procesal Penal de la provincia fija como máximo el plazo de dieciocho meses de prisión preventiva. Como el mismo vencía mañana y consideraron obligatorio que su representado recuperara la libertad.
El juez de juicio que intervino en la audiencia resolvió no hacer lugar al plateo de la defensa y confirmó el plazo de prisión preventiva hasta la efectiva realización de la audiencia. En consecuencia, el imputado continuará detenido hasta tanto culmine la etapa intermedia y se esté en condiciones de avanzar al juicio oral y público.
La fiscalía adelantó que requerirá en el proceso una pena superior y a las doce años de prisión por lo que el caso será eventualmente juzgado por un jurado popular.
Se recuerda que el hecho ocurrió el 9 de marzo de 2023, cuando el acusado junto a un menor de edad, provocaron la muerte de Joaquín Riffo tras dispararle con un arma de fuego. Previamente, habían amenazado a un grupo de personas que se encontraba compartiendo un momento en la vía pública en el barrio Luis Piedrabuena.
Según la teoría del caso de la acusación, la intención no era terminar con la vida de Riffo, sino de otro hombre que se encontraba en el lugar. La calificación legal del caso homicidio agravado por el uso de arma de fuego.