Un fallo del Juzgado Civil y Comercial N.º 5 reconoció el reclamo de un consumidor que había contratado la provisión e instalación de 22 ventanas de aluminio para su vivienda, y que vio paralizada su obra ante el incumplimiento reiterado de la empresa contratada.
El hombre, que junto a su familia había proyectado la construcción de su hogar con esfuerzo y dedicación, contrató a la firma “Fabesur Aberturas de Aluminio”, tras recibir la visita de un empleado de la empresa en la obra para la toma de medidas. Abonó la totalidad del valor pactado, incluyendo los gastos de instalación.
Sin embargo, transcurridos seis meses del compromiso asumido, las aberturas nunca fueron entregadas, lo que provocó la paralización total de la construcción y una profunda afectación emocional y económica para el grupo familiar.
Pese a que el consumidor envió cartas documento, inició un trámite de mediación, y la firma asumió un nuevo compromiso de entrega con bonificación de instalación, nuevamente incumplió.
Ante la falta de respuestas efectivas, el hombre disolvió el contrato y presentó una demanda por daños y perjuicios, reclamando la devolución del dinero, intereses e indemnización por los daños ocasionados.
En su defensa, la empresa alegó que el cliente no había cumplido con el pago en tiempo y forma, y que la vivienda no estaba en condiciones de recibir las aberturas. No obstante, durante el proceso judicial se logró acreditar el incumplimiento contractual por parte de la empresa.
El tribunal habilitó al consumidor a ejercer sus derechos conforme a lo establecido por la Ley de Defensa del Consumidor, y condenó a la firma a abonar una indemnización total de 35 millones de pesos, en concepto de:
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Daño directo
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Daño emergente
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Privación de uso
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Daño moral
El fallo destaca la importancia de proteger el derecho de los consumidores frente a prácticas comerciales lesivas, en especial cuando impactan en proyectos de vida fundamentales como la construcción de una vivienda familiar.