Esta mañana comenzó el juicio contra dos efectivos policiales por el delito de torturas por un hecho ocurrido en mayo de 2020. Según la hipótesis de la acusación los imputados maltrataron físicamente a dos jóvenes y abusaron de sexualmente de uno de ellos mientras se encontraban reducidos en el suelo.
Al momento de describir los hechos explicó que sucedieron en la madrugada del 17 de mayo de 2020 cuando las víctimas ingresaron – con supuestas intenciones de sustraer elementos – a una iglesia ubicado en el predio donde residía uno de los imputados.
En esas circunstancias y ya encontrándose reducidos, los uniformados habrían ejercidos malos tratos, golpeando a una de las víctimas mientras se encontraba reducido mientras que habrían abusado sexualmente del segundo cuando permanecía boca abajo y sin posibilidad alguna de agredir a los uniformados. El caso fue encuadrado por el Ministerio Público Fiscal como torturas y la querella, representada por el abogado Rafael Cucchinelli adhirió a la teoría del caso de la fiscalia.
Durante los alegatos de apertura, el fiscal jefe, Santiago Marquez Gauna consideró que «claramente hubo un exceso, un accionar incorrecto». Sostuvo que en el caso «hay dos personas que se creyeron por encima de la ley, creyeron que encarnaban la ley y que estaban autorizadas a hacerle ‘sentir el rigor’ a una persona detenida».
La defensa particular que representa al acusado que residía en el predio donde se suscitaron los hechos consideró que la acusación no podrá ser probada más allá de toda duda razonable y adelantó que solicitará la absolución de su cliente.
La defensora oficial que asiste al restante imputado, sostuvo que durante el debate quedará acreditado que el hombre no participó del hecho. «Mi asistido no se encontraba en el lugar cuando se produjeron las lesiones», alegó.
Justamente, este acusado presto declaración en la primer jornada de debate. Explicó como recibió el llamado de alerta por radio de parte de un integrante de la fuerza y describió que cuando llegó al lugar donde se habrían producido los hechos se encontraban las víctimas reducidas y que una de ellas tenía un gran charco de sangre en cercanías de su cabeza.
Agregó que su compañero le indicó que no lo asista porque creía que el joven iba a perder la vida en el lugar. Finalmente mencionó que llegaron más integrantes de la policía al lugar, así como también los jefes de las unidades y el fiscal en turno.
En la continuidad del juicio prestaron su testimonio personal del gabinete de criminalística que realizó las tareas de campo y relevamiento de indicios esa madrugada, médicos que certificaron las lesiones sufridas por la víctima de la agresión sexual y la víctima de este hecho.
Está previsto que el debate oral y público se extienda hasta el próximo viernes culminando ese día con los alegatos de cierre tanto de los acusadores como de las defensas técnicas. El Tribunal que dirige la audiencia está integrado por María Florencia Caruso, Marcelo Gomez y Sonia Martín.
