El pedido desesperado de los vecinos del Barrio Costanera de Catriel no tuvo eco y el desalojo se concretó. Denuncian que “la intendenta Viviana Germanier y su esposo, el ex intendente Carlos Johnston, han perpetrado el 30 de junio un desalojo violento”, a este barrio asentado en tierras ribereñas fiscales pertenecientes al DPA.
El desalojo se produjo en las primeras horas del día con temperaturas bajo cero, en plena pandemia sin realojamiento previo.
La mayoría de las familias asentadas están inscriptas en el Registro de la Agricultura Familiar (Renaf) y de un barrio presentado en la Secretaría de Economía Social que administra el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), como barrio que desea ser incorporado en la ampliación de urbanizaciones, anunciada días atrás por el ministro Daniel Arroyo.
“El argumento que el proceso judicial ya concluyó no tiene nada que ver con los derechos de las personas, de las familias de los niños niñas y adolescentes, de los agricultores, crianceros, de los seres humanos que requieren protegerse de las bajas temperaturas y así poder tener un espacio en el cual cultivar sus alimentos y poder vivir dignamente”, afirman los vecinos en un comunicado.
También repudian “con toda la fuerza la maniobra forjada por la intendenta Germanier sobre tierras que son de todos y de todas, porque son fiscales y que el DPA no está utilizando tampoco”.
“No puede arrogarse el Municipio el uso sobre tierras públicas que tiempo atrás eran inundables y que han estado abandonadas durante décadas, sin ser cercadas ni cuidadas. No permitamos que el Municipio de Catriel deje impiadosamente 21 familias a la intemperie sin dar ningún tipo de respuesta”, concluyen.
