Bariloche: Tercera jornada del juicio por el Homicidio de Cárdenas y Carrasco

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 Con la declaración de cuatro testigos tuvo continuación la tercera jornada del juicio por los homicidios de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco. Declaró la madre de Carrasco, la viuda de Cárdenas y dos comisarios.

El tribunal integrado por los jueces Marcelo Barrutia, Juan Lagomarsino y Emilio Riat, los Fiscales Martin Lozada y Eduardo Fernández, las querellantes Marina Schifrin, Alejandra Blanco y Natalia Araya, y los Defensores Sebastián Arrondo y Marcos Ciciarello, escucharon, en primer término, el testimonio de la Señora Carmen Curaqueo, madre de Nicolás Carrasco, luego el de la Señora Karina Riquelme, viuda de Sergio Cárdenas. Ambas mujeres son querellantes. En el segundo tramo testimoniaron los Comisarios de la Policía de Río Negro, Adrián Paillalef y Carlos Arias.

Las dos primeras testigos relataron las circunstancias que rodearon las muertes de su hijo y de su esposo respectivamente.

La Señora Curaqueo recordó que en la fecha del hecho le había pedido a su hijo -víctima- que ni salga a la calle por los disturbios. Recordó que el joven iba a la casa de su novia. Ella fue a comprar insumos para su nieta. En ese ínterin se traslada hasta Sobral y Onelli. Sabía de los disturbios originados luego de la muerte de Diego Bonnfeoi y que había jóvenes tirando piedras. Fue a mirar. No advirtió la gravedad de los hechos. Ahí vio a su hijo Nino, ahí le pidió que no pase por ahí, refiriéndose a la zona donde había disturbios.

En otro tramo de su alocución señaló que vio a un grupo de policías, el que se sumó a otro por las calles Elordi y Oses, con intención de «encerrarlos». Había jóvenes y adultos arrojando piedras. Luego escuchó «Hirieron a Nino”.  “Yo corrí y le pegué una cachetada porque le había dicho que no se meta. Él se quejaba porque decía que se sentía mal y le faltaba el aire», señaló Curaqueo.

Agregó que al levantarle la remera solo pudo ver un orificio, pequeño. En esa situación de desesperación entraron a la casa de la familia Gallardo. La ambulancia no llegó ya no la dejaron pasar. Luego, recordó, trajeron un vehículo y lo trasladaron al hospital. Cuando llegaron al nosocomio estaba su hijo en el quirófano. Luego de media hora, le dicen que Nino había tenido un paro y no había aguantado. El médico dijo que tenía 4 impacto de balas, una dio en la arteria aorta, otra el riñón, otra bala ingresó por el estómago y otra le atravesó la pierna. La testigo señaló en un mapa de la zona preparada por la Fiscalía los lugares donde se desarrollaron los hechos y respondió preguntas de las partes.

Karina Beatriz Riquelme, pareja de Sergio Cárdenas fue la segunda testigo. La abogada Araya, la introdujo en el relato. La mujer recordó que en la fecha del hecho fue a su trabajo. Sergio Cárdenas se quedó en la casa al cuidado de sus hijos. Estaba de vacaciones, y miraba los partidos de fútbol del campeonato mundial.

Esa mañana nevaba. No sabía lo que estaba ocurriendo en el barrio. Cree que su esposo tampoco. Cuando salió de su trabajo, subió por calle Onelli, para llegar a su casa debe pasar por la Comisaría 28. Vio mucha gente y policías. Vio gomas encendidas.

Cuando llegó a su casa le preguntó a Cárdenas si sabía que pasaba, este le comentó que creía que habían matado a un chico de apellido Bonnefoi. Luego salieron de su domicilio, después de las 17,00 horas. Cuando llegan a Sobral y estaciona su auto. Él le dijo «yo te espero acá» mirando hacia la Escuela La Llave. Se podía ver mucha gente. Al volver me avisan que se lo habían llevado al hospital. ¿Mi hijo me preguntó por qué se lo llevaron, hay una guerra?». Después le contaron que Sergio caminó dos cuadras con un amigo y cuando quiso ayudar a un chico que cruzó por la calle en Sobral casi Elordi cayó.

Señaló además que la guardia del hospital era un caos. Me empecé a preocupar cuando vi que entraban chicos heridos y vi sangre. No había policía en la guardia, no vi ningún policía herido», aseguró. «Tres veces pregunté cómo estaba, hasta que los médicos, como en las películas, dijeron que no pudieron hacer nada, que llegó sin vida», mencionó.

En el último tramo de la audiencia de hoy, declararon los comisarios Adrián Paillalef y Carlos Arias.

Paillalef relató que en la fecha del hecho mantuvo una reunión con Carrizo. Al llegar al lugar pudo ver que el mayor tumulto se registraba en Onelli casi Mange. Dijo que las directivas indicaron que los manifestantes no avancen a la unidad policial, -refiriéndose a la Comisaria 28-. Dijo que estaban uniformados, casi en su totalidad.

Tenían solo 3 escopetas y estuvieron toda la tarde. Estaba interviniendo además el grupo Bora. Señaló en el croquis, los lugares a los que hacía referencia en su alocución. Dijo que al otro día se hizo cargo de la Comisaría 28, la que estaba destrozada. Mencionó haber tenido reuniones tanto con Carrizo como con Lozada, Juez de Instrucción en ese momento. Tenía conocimiento que una comitiva se trasladaba a El Bolsón por la muerte del médico policial Neuman.

Carlos Arias por último señaló que estaba a cargo de la Comisaría Segunda de Bariloche al momento de los hechos. Detalló que tipo de cartuchos fueron entregados a la Comisaria 28. Dijo que la cartuchería anti tumulto se usó en su totalidad. El permaneció en la Comisaría Segunda, aseguró. Dijo que le solicitaron refuerzos para la Comisaría 29 desde la Unidad Regional Tercera, por parte del comisario Hermosa. Los cartuchos los llevó el personal de refuerzo. Por la tarde solicitaron más. Parte de la cartuchería la proveyó Gendarmería. Luego brindó detalles de las particularidades de los cartuchos y respondió preguntas de los Fiscales Lozada y Fernández.