Luego de casi siete horas de trabajo culminó la escenificación de un juicio con jurados populares en Bariloche. Organizado por la Escuela de Capacitación del Poder Judicial de Río Negro, este simulacro involucró a un equipo de trabajo integrado, en su mayoría, por empleados judiciales, quienes conformaron el jurado. En tanto, el imputado fue interpretado por un actor de oficio.
El caso que se debatió fue un homicidio en ocasión de robo, agravado por la presencia de un menor.
En la apertura la Jueza Liliana Piccinini , vocal del STJ y Presidenta de la Escuela de Capacitación Judicial, ponderó el trabajo realizado por los integrantes de la Oficina Judicial, de la Escuela de Capacitación y valoró también la colaboración de los empleados que conformaron el jurado, quienes previo a llegar este día, han realizado ensayos y reuniones tendientes a lograr la mayor credibilidad en la representación efectuada.
La magistrada señaló que «hay algo que no está simulado, que es el veredicto del jurado». Destacó que las personas que de manera voluntaria integran el jurado, tienen un rol y ha sido ensayado, pero luego, durante el desarrollo del juicio y al momento de deliberar, dará un veredicto genuino. Cabe señalar que los jurados no conocían el caso presentado.
La Jueza Liliana Piccinini destacó el cambio fundamental que trae esta modalidad, cuando un grupo de ciudadanos que ha sido seleccionado, va a decidir sobre la culpabilidad o inocencia de quien ha sido acusado. «No es un juez el que decide sino la ciudadanía», enfatizó.
El Juez de Juicio Bernardo Campana fue el juez que presidió el juicio. En tanto se desempeñó como fiscal del caso el Fiscal Jefe Martín Lozada y el imputado fue defendido por Marcos Cicciarello, Defensor Oficial.
En el inicio de la audiencia de selección el juez Campana indicó los alcances de un juicio por jurados y los impedimentos para ser jurados debido a que del total de los convocados, solo siete de ellos serían designados formalmente para continuar como jurado de Juicio.
Del total de los jurados citados, en la simulación, el juez como primera medida excluyó a tres personas que no cumplían los requisitos, se trató de una persona que dijo ser policía, otro empleado judicial y una abogada.
Posteriormente el fiscal y el defensor hicieron uso de la palabra para “indagar” a los jurados en pos de determinar si alguna otra persona no cumple con los requisitos que exige el Código Procesal Penal. En esta dramatización y por recusación del fiscal -concedida por el juez- se excluyó entre los jurados a un postulante que dijo ser pastor de un culto religioso, a una mujer estudiante de periodismo que tenía conocimiento del caso , y a otra jurado que tuvo condena por un delito penal. En la simulación el juez no aceptó dos recusaciones pedidas por la defensa. Una vez definidas estas cuestiones, los jurados en una sala aislada debieron leer y tomar conocimiento de las instrucciones para participar del Juicio y a partir de esa instancia se dio comienzo a la audiencia debate por el presunto homicidio.
Luego se desarrolló el juicio con la presencia de testigos, que fueron interrogados por la Fiscalía en primer término y contra interrogados por la defensa. Se presentaron además pericias realizadas, por caso por el Cuerpo Médico Forense, con la presencia y declaración del forense Leonardo Sacomanno. Se expusieron filmaciones y todos los elementos que podrá tener un juicio de estas características. Finalmente se formularon los alegatos, y previo a la deliberación los jurados escucharon al hombre imputado.
La simulación se desarrolló en la sala de audiencias ubicada en la planta baja del edificio Pilmayquén y fue presenciada por magistrados, funcionarios , empleados y público en general.
