Bariloche: Escrachó como abusador a su mejor amigo, era mentira y el joven difamado se suicido

"Si queremos construir una sociedad, tenemos que construir adultos", Silvina, mamá de Agustín.
«Si queremos construir una sociedad, tenemos que construir adultos», Silvina, mamá de Agustín.

 

 

Un joven de 18 años fue señalado por su mejor amiga como un abusador. Las acusaciones eran falsas, y la joven admitió que lo difamó “por un momento de bronca y enojo “, pero el hostigamiento en las redes no se detuvo, y Agustín M. decidió terminar con su vida. Ahora, los señalamientos apuntan contra la joven y la madre del chico suicidado pide que “cuidemos a nuestros jóvenes”.

En horario central y prácticamente por cadena nacional, el pasado 11 de diciembre Thelma Fardín, rodeada de “la colectiva” de actrices argentinas, denunció una violación que habría sido perpetrada por Juan Darthés en 2009. La presunción de inocencia, ese artilugio que el derecho liberal plasmó en la constitución, no existe; cuando la sociedad elige sus culpables, la condena es inapelable: VOX POPULI, VOX DEI. Todo lo demás son elucubraciones de los tecnócratas del derecho penal, impotentes frente al trending hollywoodense del #MeToo, o a su versión española, el #NoEsNo, cuyo registro de marca en Argentina pertenece a la empresa Pol-ka, de Adrián Suar, expareja de Griselda Siciliani, líder de “la colectiva”.

El ejemplo inevitablemente frívolo de las ricas y famosas, que fue celebrado por todo el periodismo, hizo furor en las chicas de todo el país, que armaron grupos de denuncias y escraches divididos por zonas, por partidos, por clubes y hasta por acusados, cuya culpabilidad fue sellada con el lema #YoTeCreo, alcanzando incluso a Elena S. C., la madre del fallecido Agustín, quien en la página de La Izquierda Diario en Facebook agredió a una mujer que dudó del testimonio de Fardín.

La fiebre del #MeToo generó una ola de denuncias, muchas francamente desgarradoras, otras triviales o groseramente fabuladas, todas gozaron del mismo crédito dogmático, porque las denuncias no se cuestionan.

De acuerdo a una advertencia publicada en Facebook, en Bariloche una chica llamada Annie escrachó por enojo a su mejor amigo en una marcha y en las redes, alegando que él la había abusado, para luego retractarse vía Whatsapp y disculparse por su accionar; “No supe ver el límite de esto” fue parte de la disculpa (tardía) que recibió Agustín. Esto sucedió el 13 de diciembre.

Ese mismo día, la madre del joven expuso el caso desde su muro de Facebook y compartió la terrible situación. Al volverse viral, el falso escrache afectó al adolescente, “Mi hijo está en su cama encerrado sin querer comer… mientras esa chica se pasea como si nada” relató su mamá, Elena S. C., para quien solo una bestia inmunda puede dudar cuando una mujer denuncia.

Si bien la disculpa de la joven Annie fue publicada, el daño ya estaba hecho; el adolescente falleció el 22 de diciembre. Su mamá desde las redes recibe las condolencias de decenas de personas que recuerdan a Agustín con amor e intentan abrazarla y consolar su dolor sin alivio.

Mientras Annie se apresuró a borrar su cuenta de Instagram, desde Twitter los amigos de Agustín piden justicia y que se frenen de alguna manera los escraches virtuales y que las denuncias se hagan en la justicia, que es donde corresponde. Pero algunas pibas no están de acuerdo, como en el caso de “Verdosa💚”, cuya cuenta fue suspendida luego de justificar que “para atrapar a los verdaderos violadores se necesita cazar a unos cuantos inocentes“.

Los escraches falsos generan un doble daño, al mismo tiempo que arruinan una vida, beneficiando a muchos abusadores, porque su exposición se reduce cuando las denuncias apócrifas proliferan, y sin embargo, desde la colectiva parece haber más interés por los registros de marca y la venta de remeras, que por transmitir un mensaje responsable.

La mamá de Agustín pide que dejen de agredir a la chica

Ante las repercusiones de la nota y la multiplicación de mensajes a través de las redes, Silvina, la mamá de Agustín, el joven que se quitó la vida tras sufrir un falso escrache, pidió que dejen de agredir a la chica.

«Hoy, 30 de diciembre, están atacando a una persona que se equivocó», escribió Silvina, la mamá de Agustín, el joven que se quitó la vida tras ser escrachado falsamente.

Señaló que con la nota publicada este sábado en el B2000 «sólo busqué generar conciencia… no odio hacia un ser humano».

Resaltó que «mi hijo la perdonó y eso es importantísimo… dejen de atacar a la chica POR FAVOR, su familia está sufriendo terriblemente».

 

Fuente: www.eldisenso.com y Bariloche 2000