Declararon en el marco de otra audiencia del juicio que se lleva adelante en contra de ocho empleados policiales, cuya acusación sostienen los fiscales jefes Martín Lozada y Eduardo Fernández; quien fuera el intendente de la ciudad al momento de los hechos Marcelo Cascón, el médico forense Leonardo Sacomanno, el jefe de sucursal de Prosegur Norberto Barridon, entre otros.
Norberto Oscar Barridon, Jefe de sucursal de Prosegur al momento de ser interrogado por la fiscalía, manifestó que entregó a personal de la Policía de Río Negro tres cajas de proyectiles 12/70 con munición perdicera de caza. Una caja sin uso y otra con municiones que no estaban en condiciones de ser usadas en los recorridos de su personal, por haber sido cargas a las escopetas previamente. «La empresa no usa postas de goma», afirmó.
Leonardo Sacomanno del Cuerpo Médico Forense mencionó que fueron atendidos 23 ciudadanos y 2 agentes de policías, en esa jornada. En el caso particular de Nicolás Carrasco al mencionar los puntos sobresalientes del informe de la autopsia realizada destacó que el cuerpo presentaba cuatro orificios de entrada de perdigones esféricos de plomo. Describió el curso que siguieron los mismos dentro del cuerpo y las lesiones que le causaron la muerte. Refieriéndose a Sergio Cárdenas manifestó que fue herido aproximadamente entre las 17:37 y las 17:42 horas y que ingresó a la guardia del Hospital Zonal, ya fallecido. Detalló además las heridas constatadas en el resto de las personas lesionadas ese día.
El ex intendente Marcelo Cascón, al prestar declaración como testigo, mencionó cómo se fue interiorizando acerca de lo que sucedía en esa jornada y que sostuvo una reunión del Consejo de Seguridad de la provincia; donde fue informado por funcionarios provinciales y autoridades policiales «que la situación estaba controlada».
«Intentamos algunas acciones para bajar los niveles de agresión. Con el ánimo de que la noche no nos encontrara con esos niveles de confrontación». Agregó además que requirió colaboración de Gendarmería para «cambiar la lógica del enfrentamiento para bajar la confrontación» y que no obtuvo respuesta positiva a sus gestiones.
Siguieron con su declaración la médica generalista Gisele Couradet, quien se manifestó en sintonía con lo manifestado por sus colegas médicos de la guardia del Hospital Zonal y que recibió a Nicolás Carrasco para estabilizarlo y enviarlo a quirófano. «El número de pacientes atendidos ese día duplicaba la cantidad habitual».
El hermano de Nicolás Carrasco, al relatar las circunstancias en las que fue herido Nino «se dió vuelta y se tocó, yo pensé que era una posta de goma». Su tío Juan Carlos Curaqueo destacó la «ausencia del Estado en la protección de las víctimas en estos años y pidió un poco de tranquilidad para la familia».
