Un tribunal laboral de Bariloche rechazó la demanda de un exempleado contra una empresa por despido supuestamente injustificado. La Cámara Primera del Trabajo analizó el caso y consideró válidos los fundamentos de la compañía, que alegó justa la desvinculación a raíz de una denuncia por acoso sexual en el ámbito laboral impulsada por una trabajadora contra el exempleado.
El ex colaborador, quien trabajó en la empresa durante 15 años, inició una demanda por un monto de más de siete millones de pesos. Alegó despido incausado. Según su presentación, la desvinculación se habría basado en una denuncia infundada de una compañera de trabajo, archivada posteriormente en el fuero penal.
En su defensa, la empresa sostuvo que la medida fue tomada para proteger a su personal y preservar un ambiente laboral seguro. La denuncia interna, acompañada de testimonios y antecedentes disciplinarios, evidenció conductas graves que comprometieron la integridad de una trabajadora.
El incidente que derivó en el despido tuvo lugar en el ámbito laboral y fue objeto de una denuncia por acoso, que incluyó contacto físico y expresiones de índole sexual. El tribunal laboral consideró el material probatorio suficiente para respaldar la legitimidad de la decisión empresarial.
Declaraciones de testigos, informes psicológicos y la evaluación del contexto laboral contribuyeron a esclarecer los hechos. La resolución destacó que el derecho laboral y las normativas de género permiten valorar el testimonio de la víctima y actuar en consecuencia para garantizar ambientes libres de violencia.
El tribunal fundamentó su decisión en la Ley 26.485 de Protección Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, la Convención de Belém do Pará y el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo. La sentencia confirmó la validez del despido, desestimó la demanda y asignó las costas del proceso al demandante.