No pudo viajar porque se enfermó: tendrán que devolverle el dinero, pero no multan a la empresa

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Por un problema de salud, una mujer de Roca no pudo viajar en colectivo y aunque hizo el reclamo ante la empresa transportista inició acciones legales para que le devolvieran el dinero. Obtuvo fallos favorables en primera y segunda instancia pero en la casación el Superior Tribunal de Justicia (STJ) reiteró la doctrina respecto del daño punitivo, que es la multa civil.

La mujer será indemnizada por el costo del pasaje con intereses y otra suma de dinero por daño moral, que son las afecciones espirituales. Sin embargo, el STJ no aceptó el daño punitivo o multa civil porque el origen del conflicto tuvo relación con la salud de la clienta y no con el comportamiento de la empresa.

El fallo reiteró el criterio respecto de la aplicación del daño punitivo. La sentencia reconoció que la conducta de Vía Bariloche S.A resulta ilícita en la medida que no dio una oportuna respuesta al reclamo de la clienta. Pero no se acreditó en el proceso un particular desprecio hacia los derechos de la consumidora ni una negligencia tal en la resolución de su problema que pueda calificarse como indolente o grosera. Se destacó que la imposibilidad de viajar fue motivada en razones de salud de la mujer, perfectamente atendibles, pero no imputables a la empresa de ómnibus.

El daño punitivo es excepcional

El fallo reiteró que los daños punitivos constituyen una herramienta de prevención del daño que se aplica como sanción a quien actúa con grave indiferencia hacia los derechos del consumidor. Solo procede ante la intención o suficiente negligencia que, como tal, amerite sanciones con el fin de desanimar la ocurrencia futura de acciones similares. Por ello en la actualidad existe consenso dominante tanto en la doctrina como en la jurisprudencia en el sentido de que los daños punitivos solo proceden en supuestos de particular gravedad, calificados por el dolo o culpa grave o por la obtención de enriquecimientos indebidos derivados del ilícito. O, en casos excepcionales, por un abuso de posición de poder, particularmente cuando se evidencia menosprecio grave por derechos individuales o de incidencia colectiva.

En este caso, la conducta de la empresa no configuró los supuestos para la aplicación de la multa civil, aunque sí la condenaron por el daño material, costo de los pasajes, y el daño moral por no atender su reclamo en tiempo y forma.


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