Un hombre de la ciudad de General Roca pidió una mediación para reconocer legalmente a su hijo, integrarse a su dinámica familiar y asumir las responsabilidades parentales que hasta entonces no ejercía.
Acompañado por un abogado particular, pidió al Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos de General Roca que llamen a la mamá del niño para iniciar un proceso de diálogo. La mujer aceptó y participó de la reunión acompañada por una defensora oficial especializada en mediación.
La reunión de mediación duró dos horas y diez minutos. Fue el tiempo necesario para que el niño, quien hasta entonces no tenía vínculo con su padre, saliera de allí con su identidad completa y con un compromiso firmado por su mamá y su papá por el régimen de comunicación, la cuota alimentaria y la obra social.
A las 8 de la mañana las cuatro personas se sentaron en la misma mesa junto a la mediadora. La profesional abrió la reunión, hizo una exploración preliminar de las opiniones e intereses de cada parte y trazó el camino del diálogo en la audiencia. Luego explicó a la señora y al señor la modalidad del trabajo, la confidencialidad de la reunión y los alcances jurídicos y económicos de la mediación.
A las 10:10 se plasmaron en el acta los compromisos de ambas partes. El papá asentó que ese mismo día iría al Registro Civil y de Capacidad de las Personas a hacer el trámite del reconocimiento filiatorio del niño, a quien se agregaría el apellido paterno. También se acordó una cuota alimentaria de actualización atada al salario del hombre y a descontar mensualmente de su recibo de sueldo. El papá ofreció la retención voluntaria de esa parte de sus haberes, para que la empresa donde trabaja transfiera directamente el dinero a la cuenta judicial que se abrió con ese fin.
El acuerdo incluyó, además, los trámites ante la obra social del papá para brindar cobertura al niño.
Finalmente acordaron el régimen de comunicación del niño con su papá, con días, horarios y lugares de encuentro. Y para facilitar la dinámica familiar a futuro, el papá también se comprometió a entregar una autorización para que la mamá pueda viajar con el niño.
Tal como ocurre en todas las mediaciones, para asegurar un más amplio acceso al servicio de justicia, los honorarios de la mediación son cubiertos por el Poder Judicial.