Cipolletti: enfrentamiento entre bandas en medio de un asalto a una distribuidora

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Captura del vídeo de registro de las cámaras de seguridad- Foto: LMC

Ocurrió este martes 12 de diciembre, en el comercio ubicado en Juan XXIII casi Dante Alighieri de Cipolletti. Irrumpieron cuatro delincuentes armados y encapuchados en busca de dinero. Pero desde el exterior otra banda los atacó a balazos. Hubo un escape de película que quedo registrado en vídeo.

Otro grave hecho de inseguridad ocurrió en Cipolletti. Esta vez una banda de delincuentes tipo comando asaltó una distribuidora de quesos y fiambres ubicada en Juan XXIII casi Dante Alighieri, al lado de la conocida forrajería El Papero. Golpearon al dueño y a un empleado y se apoderaron de cerca de 200 mil pesos, informó el sitio LMC.

Lo insólito es que en medio del atraco apareció otro grupo de delincuentes, con los que se enfrentaron en una infernal balacera que no arrojó heridos entre los malvivientes, al menos es lo que se supone hasta el momento.

El violento incidente ocurrió este martes poco después de las 13:30, cuando cuatro sujetos armados, encapuchados y con guantes en sus manos, irrumpieron en el depósito y redujeron al personal, mientras le exigían la entrega del dinero.

“La plata, la plata”, contó Juan Pablo, el damnificado, que reclamaban los ladrones. Uno de ellos extrajo la recaudación de la caja, pero como querían más le dieron varios culatazos en la cabeza al propietario del comercio y patadas a un empleado que habían arrojado al piso.
Luego los encerraron en una de las cámaras frigoríficas mientras seguían revisando un escritorio, detalló el medio colega.

Pero en ese momento comenzaron a escuchar detonaciones en el exterior, y desde adentro respondieron los asaltantes. Inmediatamente se subieron a una Fiat Fiorino del comercio utilizada para la distribución de la mercadería y escaparon. En esa maniobra la chocaron contra el portón. Poco después el rodado fue hallado en un sector del asentamiento 2 de Febrero, en la zona del barrio Anai Mapu.

Como el local posee un sistema de cámaras de seguridad, posteriormente pudieron reconstruir como ocurrió el hecho. Las imágenes muestran que los asaltantes llegaron en una Chevrolet Meriva, de la que se bajaron cuatro de ellos e ingresaron al negocio, mientras un quinto sujeto quedaba afuera de “campana”.

Pero minutos después apareció otra banda de maleantes que emprendió a balazos al ladrón que quedó en el exterior, que se subió a la Meriva y huyó, abandonando a sus cómplices, quienes repelieron el ataque a balazos. El enfrentamiento se extendió por unos pocos minutos, tras lo que abordaron la Fiorino y escaparon.

Testigos contaron que quedaron esparcidas una gran cantidad de vainas servidas tanto en el interior de la propiedad como en la calle.

 

Tras el asalto, falencias en el hospital y la policía

Los culatazos que le dieron en la cabeza al propietario del comercio le provocaron lastimaduras, por lo que tuvo que ir al hospital para que lo asistieran. Contó que allí se encontró con otra situación lamentable, porque no tenía insumos para curarle las heridas. “Ni hilo para coserme”, lamentó. Esa intervención se la terminaron haciendo en una ambulancia.

Pero sus penurias no quedaron ahí, porque después fue a la Comisaría 24 a formalizar la denuncia y la copia de la presentación que le entregaron casi no se puede leer. “No tienen toner en la impresora”, remarcó.

Efectivos de esa dependencia concurrieron luego al comercio para iniciar la investigación. Tenían un solo patrullero, agregó.

“Los policías tienen voluntad, pero no tienen medios para realizar su trabajo. Esto es un desastre”, subrayó.

No es la primera vez que lo asaltan, ya que ha sido víctima de los delincuentes, pero remarcó que esta vez fue de extrema gravedad.

 

¿Dato equivocado?

“Buscaban algo que no había. Le deben haber tirado un dato equivocado”, sostuvo Juan Pablo, que remarcó el detalle porque fueron muy enfáticos con la exigencia y actuaron con mucha violencia en el reclamo. Lo que aún no pueden entender es el enfrentamiento entre los dos grupos de delincuentes.

Una hipótesis es que haya sido un ajuste de cuentas entre ellos. Otra que hayan recibido la misma información acerca de encontrar una abultada suma de dinero y que coincidieron al dar el golpe.


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