Entregaron un habeas corpus al juez cipoleño para que solucione el hacinamiento, la falta de talleres laborales y de psicólogos.
Familiares de detenidos y militantes sociales entregaron un habeas corpus al juez de Ejecución Lucas Lizzi para reclamar mejores condiciones en la cárcel cipoleña, y la implementación de mecanismos de reinserción social. Aseguran que hay detenidos que no acceden a salidas anticipadas porque no tienen gabinete psicológico para realzar los informes.
“Las cárceles son centro de no tratamiento de personas, de generación de violencia. Y eso quedó plasmado en las dos muertes que hubo en el penal cipoleño”, indicó Néstor Giménez, integrante de una organización de cooperativistas de ex detenidos.
Dijo que en los penales de Río Negro los internos están en huelga de hambre hace dos semanas, una medida que denominó como pacífica y efectiva para que sean oídos sus reclamos.
“En el petitorio que entregamos exponemos todas las graves falencias que hay, y la de Cipolletti es la que tiene la situación más grave que terminó con dos muertes. El juez es el garante de que esto no suceda y es quien tiene que dar respuestas”, indicó Giménez.
Agregó que pidieron una mesa de dialogo con el ministro de Seguridad de la provincia, pero aún no tuvieron respuestas.
“En el penal los internos sufren de hacinamiento, falta de talleres, de educación en contexto de encierro y de tratamientos psicológicos. Falta el gabinete técnico criminológico y el juez se fundamenta con esto diciendo que no puede resolver las solicitudes de salidas anticipadas porque no tiene los informes técnicos. Los presos no tienen la culpa, y sufren la violación de sus garantías previstas por la ley”, expresó.
Denuncian que no hay políticas de inserción social, que generan más violencia adentro de la cárcel, pero que se replican afuera una vez que recuperan la libertad. “Los internos salen y es la violencia quien recibe toda esa violencia. Hay que entender que la cárcel por sí sola no soluciona nada”, indicó.
Fuente: La mañana de Cipolletti