Damnificado en causa por usurpación denuncia parcialidad manifiesta de funcionarios judiciales

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Una propiedad vendida en el 2004 a Gustavo Gilardi fue motivo de un juicio por usurpación contra una pareja que es la misma que le había vendido el terreno y una casa. Gilardi, envuelto en impotencia y bronca denuncia que determinados actores judiciales fallaron a favor de la mujer imputada por ser parte del Poder Judicial.

La historia fue contada por Gustavo Gilardi hijo, quien se hartó de las idas y vueltas de la justicia y decidió hacer pública la situación luego que el mismo tribunal de impugnaciones que no había dado lugar a la prescripción de la causa deciden hacerlo tras el fallo de culpabilidad de un juez.

 “Es un terreno con dos propiedades, un galpón y una casa que van desde la ruta al río. Estás propiedades eran de la familia Inda que en el año 1995 le vendió por boleto de compra venta a Silvina Joelson y Rubén Ventura esta propiedad que a su vez fue vendida en el 2004 a mi viejo y a otro comprador”, explicó Gilardi hijo.

“La sesión se hace se hace en la escribanía de María Cecilia Leiva. En el 2006 mi viejo falleció y me hago cargo de la propiedad que estaba inhabitable por robo de aberturas y daños. Me empiezo a comportar como dueño y me presento ante Delgado Jurado (vecino), y me comenta que le permitía a Ventura que entré y deje en su galpón andamios y tablas”, contó.

Gilardi explicó que en el año 2009 visita a la escribana Leiva, ya que junto al otro vecino querían escriturar la propiedad. “En ese momento había una reglamentación en que no se podía escriturar por partes indivisas, lo teníamos que escriturar en condominio, por eso no se hacía”.

En el año 2015, en el mes de febrero Gustavo junto a su señora iban al balneario El Cóndor. Cada vez que pasaban por el kilómetro 14.9 de la Ruta Provincial N° 1 miraban a la propiedad y notaron que se estaba utilizando una hormigonera en la casa que era de su propiedad. “Cuando doy la vuelta entró y me encuentro con los autos de Ventura. “Sale Joelson en tono prepotente a decirme que con la propiedad no teníamos nada que ver, que no nos hacía falta y que era de ellos porque la habían escriturado a su nombre”, remarcó. Al averiguar, los datos, Gilardi junto a su abogado se interiorizan que en el mes de agosto de 2014 habían escriturado el terreno a nombre de Joelson y Ventura en la misma escribanía de Leiva, quien había asesorado a Gilardi en el 2004 cuando se vendió la propiedad a Gilardi y la misma profesional que en el año 2008 había asesorado al damnificado sobre la escrituración del lugar.

“En la misma escribanía que en el 2004 hacen esta operación, en el 2014 ocultan el boleto de compra y venta firmado por mi viejo en el 2004 con Ventura y Joelson y hacen una escritura directa de Inda hacia ellos del 50 por ciento que nos correspondía a nosotros, la parte donde estaba la casa que era la de mayor valor y el otro 50 por ciento a nombre de Delgado Jurado”…

Comenzó la instancia judicial con una demanda penal por usurpación. Lo que llevó aproximadamente un año y medio de tiempo a través de una acción pública. “Los fiscales que tenían que investigar no lo hacían y nadie se movía porque Silvina Joelson es empleada del Poder Judicial del fuero penal hace más de 26 años. Eran todos compañeros”, opinó Gilardi.

Finalmente, la familia Gilardi logra que la acción se transforme de pública a privada, permitiéndoles hacer su propia investigación. “Pasamos por más de 12 audiencias orales, estaban tratando de frenar de no llegar a un juicio. Se trata la prescripción y sale denegada. Llegamos a junio de 2019 a juicio con el juez Sánchez Freytez de General Roca.

Tras cinco días de juicio se condena Joelson y Ventura como culpables de delitos de “usurpación con maniobras claras, sencillas y dolosas y no culpable a María Cecilia Leiva, como que había actuado sin intención”…

“Una vez que Sánchez Freyte los condena como culpables, el abogado impugna y se eleva al tribunal de Impugnación con los jueces Adrián Zimerman, Miguel Cardella y María Rita Custec quienes no estuvieron dentro del juicio en si, de un plumazo vuelan tres años de juicio haciendo lugar a la prescripción absolviendo a Joelson y Ventura y confirmando la sentencia de no culpabilidad de María Cecilia Leiva.

Gilardi aclaró que la prescripción no había sido solicitada por ninguna parte porque había sido tratada en años anteriores y ese mismo tribunal de impugnación (Zimerman, Cardella y Custec) no le dieron lugar. “Ahora, lo dieron positivo, absuelven a Joelson y Ventura y de un plumazo nos borraron tres años de litigio”, remarcó Gilardi.

A la familia Gilardi le quedaba la instancia de elevar la causa al Superior Tribunal de justicia que debe ser analizado por el mismo tribunal de impugnación que prescribió la causa y lo declaró como no admisible. Ahora les queda ir en queja y llegar al Superior Tribunal de Justicia sin pasar por el tribunal de impugnación que en la jornada del lunes declaró el recurso no admisible.


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