Un hombre de Cipolletti terminó con prisión preventiva por hechos de violencia de género cometidos contra su expareja.
Primero un juez de familia le ordenó la realización de un tratamiento psicológico y no cumplió. La semana pasada otra jueza le aplicó una semana de arresto por violar la prohibición de acercamiento y finalmente, la magistrada Laura González Vitale, del fuero penal, le aplicó 60 días de detención.
El joven de 24 años llegó detenido a la audiencia de formulación de cargos luego de cumplir los siete días de arresto en una comisaria que le impuso la jueza de Familia Marissa Palacios por violar las pautas dictadas por su colega, el juez Jorge Benatti.
El año pasado Benatti, ante los reiterados hechos de violencia familiar, lo notificó personalmente de la medida de prohibición de acercamiento y lo envió a hacer tratamiento al centro Ruca Quimey, que depende del municipio.
La fiscala adjunta Anabella Camporessi le formuló cargos por un hecho que calificó como coacción agravada y violación de domicilio. Aseguró que la semana pasada el hombre se presentó de madrugada en el domicilio de la expareja, la amenazó con un cuchillo y le ordenó retirarse de la vivienda.
Afirmó que el imputado posee un vínculo posesivo y conductas de control y aislamiento hacia la víctima. Que el día de los hechos, el joven no salió del domicilio, que debió ingresar la policía y retirar a la mujer. Sostuvo además que no acata pautas de conductas y que también le secuestraron el cuchillo que utilizó para amenazar.
La jueza Laura González Vitale dictó los 60 días de prisión preventiva, receptó los argumentos de la fiscalía. Consideró que su decisión se enmarcaba en el artículo 26 de la Ley 26.485 de “Protección Integral a las Mujeres” y que además en este caso estaba presente el “entorpecimiento de investigación” previsto en el artículo 109 del Código Procesal Penal.
El acusado fue enviado al Penal N°5 de Cipolletti y durante este tiempo además deberán practicarle una pericia psicológica antes de afrontar el juicio.