Tiene 35 años, debe cumplir condena hasta 2022 y la Policía lo llegó a calificar como su “enemigo público número uno”.
«Para afianzar lazos familiares». Fue uno de los argumentos, además de su buena conducta, que le permitieron a Felipe Juan Omar Silva (35) dejar la cárcel de Bahía Blanca antes de fin de año. Debía regresar al mediodía del 1° de enero, pero no lo hizo y ahora la policía lo está buscando. La misma que hace una década lo bautizó como su «enemigo público número uno».
«El Oreja» Silva estaba detenido en la Unidad Penal 4 de Villa Floresta, donde debe una pena de 13 años de prisión por un intento de homicidio y varios asaltos. Su salida definitiva está prevista para abril de 2022, pero en junio pasado logró que el juzgado de Ejecución Penal 2 de Bahía Blanca le concediera el beneficio transitorio que le permitía contar con 12 horas semanales de salida de la cárcel.
Durante la segunda mitad del año, cumplió con el requisito de regresar a tiempo.
Antes de cada partida, le colocaban una pulsera electrónica para seguir sus movimientos. Sin embargo, esta vez dejó el dispositivo en la casa de su mujer y huyó, lo que hizo que el Servicio Penitenciario perdiera contacto con el recluso. Informado de la irregularidad, el Juzgado de Ejecución Penal N°1 de Bahía Blanca, que está de turno durante la feria y le rechazó varios pedidos de morigeración, dictó su orden de captura.
En 2008, tras dos meses en la cárcel, Silva participó de un intento de homicidio y varios robos, de los que logró escapar. «Es nuestro enemigo público número 1», dijo el comisario Marcelo Bianchettín, por entonces al frente de la policía distrital. Dos meses más tarde, después de un tiroteo, Silva fue recapturado y condenado a 8 años de prisión.
Antes, en 2001, había recibido una pena de tres años y cuatro meses por una tentativa de robo agravado, en un domicilio del barrio de Villa Mitre. En 2006, tenía pedido de captura de la justicia de Bahía Blanca y se resistió a un arresto, por lo que cayó detenido una vez más. Al año siguiente, le encontraron tres armas con la numeración limada.
Clarín