Una historia de violencia en un pueblo del distrito de Patagones

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Tiene 27 años, convivió con su ex de 33 durante siete años hasta que se animó a denunciarlo a poco de concluir el 2018. La denuncia no prospero, se desestimó y su ex sigue trabajando en la fuerza policial y jugando al fútbol en el equipo del pueblo. Una historia más de violencia que muestra la impunidad de quienes llevan al extremo la resistencia de las mujeres hasta que, o denuncian o mueren. Aunque a veces denunciar tampoco alcance.

No podía más, ya no soportaba tanto maltrato. Los últimos seis años junto a su novio los padeció, sufrió y calló creyendo que todo sería como ese primer año cuando no había indicios de violencia, pero el padecimiento incrementaba día a día.

Primero fueron agresiones verbales las que atravesaron su psiquis, pero resistía, aunque cada frase pareciese que la atravesase el cuerpo con un filo determinado. Después, comenzaron los manotazos y cachetazos en medio de cada discusión que terminaba con él, yéndose de la casa a consumir alcohol quien sabe dónde.

Insultos, denigraciones, humillaciones constantes y como si no fuese suficiente aparecieron los golpes de puños y patadas, pero ella resistía cada ataque que se daba luego de las discusiones de pareja.

En una ocasión, ella quería aprender a conducir y su novio se propuso enseñarle. A la mujer le costaba aprender, él decidió cambiar de lugar y llevarla hasta un determinado sitio donde la golpeó en el ojo. En el hospital, porque el golpe le provocó un fuerte dolor de cabeza, se ocultaron los motivos reales de la lesión. Una vez más ella calló y él siguió impune.

Fue dejando de soportar y comenzó a pensar en denunciar. Su cuerpo y mente le daban señales claras que debía hacer algo antes que la espiral de violencia sea insalvable y ya no quede más nada por hacer.

Cuando creía que debía cruzar la línea del miedo y denunciarlo, exponer su situación y gritarlo a los cuatro vientos, ahí volvía él, arrepentido pidiendo perdón y prometiendo que todo iba a cambiar. La esperanza se esfumaba en el siguiente golpe, que no hacía más que dejar moretones en su cuerpo que debía ocultar a su familia, amigos y conocidos.

Y se cansó y denunció, a pesar que él le manifestó por mensaje de texto que si lo hacía se mataba. “Me vuelo la cabeza, te lo juro”, llegaban los mensajes en el teléfono de la víctima que ahora sufría el amedrentamiento a distancia.

La denuncia se realizó en octubre del 2018 y las disposiciones resueltas fueron concretas. Se ordenó al victimario que deje de hostigar y molestar a la víctima y a su familia. También se determinaron medidas que garanticen la seguridad de la víctima en su casa.

Pero lo que ella vivió no alcanza con una resolución que le prohíbe a él acercársele, porque ella considera que no se hizo nada respecto a la situación laboral. Es policía y porta un arma de fuego. No hubo sanciones para con el uniformado, como tampoco hubo acciones concretas por parte de las autoridades del club de fútbol de primera del pueblo, cuyos dirigentes se desentendieron.

Y así va él viviendo su vida como si nada hubiese pasado, paseándose frente a la indignación de ella, a quien le desestimaron las acciones concretas que hizo para que se lo sancione, penalice y tal vez juzgue. No alcanzó con perder el miedo a denunciar, porque ahora debe también convivir con el miedo de la impunidad que permite que su ex se pasee por las calles del pueblo como si nada hubiese pasado.

Esta historia es real. Se resguardaron las identidades por temor a represalias y se apuesta a la condena social sin la exposición extrema buscando que el mensaje llegue al victimario para que sepa que en algún lugar se sabe y se da a conocer la historia, contada a través de allegados a la víctima que buscan que de esa manera se considere expuesto y baje el nivel de impunidad con la que se viste día a día.

 

Procedimiento en Patagones cuando se denuncia a un policía por violencia de género

Claudia Dámico – Titular de la Oficina de la Mujer y la Familia Patagones – Segmento Amor del Bueno (El Delitómetro) Milagros Calvo 

 

Procedimiento en Viedma cuando se denuncia a un policía por violencia de género

Tapia – Titular de la Comisaría de la Familia en Viedma – Segmento Amor del Bueno (El Delitómetro) Milagros Calvo 

Rush, Titular de la Regional Primera protocolo de denuncia contra policías –  Segmento Amor del Bueno (El Delitómetro) Milagros Calvo