Tiroteos en barrios de Viedma, un problema sin solución

 

La policía responde como puede ante cada episodio violento - Archivo
La policía responde como puede ante cada episodio violento – Archivo

 

 

 

Sobre los últimos días de marzo vecinos de los barrios Lavalle, Mi bandera, 22 de Abril y alrededores de esa zona muy poblada en Viedma daban a conocer su preocupación por constantes tiroteos que se habían registrado. A prácticamente 15 días, la situación sigue igual sin que al parecer, nadie pueda ponerle fin al tema.

La inseguridad en ese sector de Viedma se vuelve latente y permanente. Los vecinos a toda hora dicen vivir momentos de tensión al escuchar detonaciones de arma de fuego que se producen espontáneamente sin que nadie pueda preverlo.

“Soy una vecina que vive en el barrio Lavalle, la verdad estamos muy casados de la gente que andan a los tiros a cualquier hora de día, noche o madrugada. Esta vez fue a la madrugada”, contó en un mensaje enviado a este medio en la jornada del viernes.

“No sé, qué se puede hacer al respecto, pero queremos más seguridad, por nosotros que trabajamos todos los días y por nuestros chicos”, refirió la vecina quien opinó que “después dicen que todos somos iguales y no es así. Por este grupo de gente que molesta la pagamos todos”, refirió respecto a la estigmatización por vivir en la zona.

Los disparos de la última jornada se habrían dado entre la calle 13 y 12 y en la calle 4 y 19, donde se encuentra la parada del colectivo, zona en la que también dicen que se movilizarían motochorros. También entre las calles 25 y 4, ya que desde ese punto se han registrado constantes ataques que muchas veces se extendieron a lo largo de las barriadas.

Otra vecina, quien denunció públicamente días después que comenzaron estos tiroteos había expresado que “estamos en un momento angustiante, porque en las calles pasan gente armada, chicos en moto armados a plena luz del día, sin ningún tipo de pudor, hay balaceras constantemente”, había referido la vecina.

Los acontecimientos violentos se han registrado en horarios en que van y vienen chicos de la escuela y cuando mucha gente llega de trabajar. “Así venimos hace más de tres días con esta situación. La policía, si bien hace prevención dando vueltas por las calles del barro, no se ha logrado hacer nada porque los tiros continúan sin ningún tipo de respuestas”, expresó la vecina.

“Es una situación que ya no se tolera. Los chicos tienen que estar encerrados en su casa porque no pueden salir ni a andar en bici, ni a jugar, porque no sabes cuándo puede venir la balacera y no perdona a nadie. Sin ningún tipo de conciencia se tirotean a plena luz del día y es insostenible la situación”, expresó la mujer.

“No tenemos respuestas de ningún tipo. Sabemos que es un enfrentamiento entre bandas y la gente está en el medio. Tenemos que andar preguntando entre vecinos si se puede entrar al barrio, si se escucharon tiros. Estamos encerrados en nuestra propia casa, atados de pies y manos porque la policía no puede hacer nada”.

“No sé, qué están esperando para buscarle una solución a esta situación”, contó la mujer quién aseguró que “nadie nos da una respuesta y no sabemos cómo va a seguir esto”, puntualizó.

Durante la semana, ante la versión de una víctima fatal producto de un disparo este medio consultó sobre el tema en el Ministerio Público Fiscal, desde donde informaron que se había registrado un disturbio al momento de intervenir el COER pero que la situación no “había pasado a mayores”.

Desde hace más de 20 días los vecinos manifiestan sus preocupaciones y disgustos sobre el tema, pero no hay respuestas al respecto ni desde los ámbitos policiales, judiciales y gubernamentales sobre cómo intentar terminar con el problema. Solo dejan a los efectivos policiales a la deriva en cada intervención que obviamente debería darse cada vez que sucede un episodio como estos cuando un reducido grupo de personas se mide a tiros de manera impune sin que nadie pueda ponerle fin a esa situación.