Patagones: A más de tres años de la desaparición del peón rural, Víctor Saravia

Nada se sabe del peón que tenía 47 años al momento de desaparecer.

Desapareció el 24 de junio de 2016. A pesar de la realización de rastrillajes y búsqueda de la policía no se pudo nunca saber qué paso con el trabajador rural.

 Se trata de un hombre de 47 años, de tez trigueña, ojos negros, delgado, mide 1,70 metros, con un tatuaje borroso en el brazo derecho. En el lugar donde residía dejó sus pertenencias, al igual que en su lugar de trabajo, lo que determinaría que no habría partido por propia voluntad.

«La última vez que lo vieron fue en Villalonga, donde trabaja, y hasta el día de hoy no tenemos noticias», dijo su sobrina Mercedes Melo al diario La Nueva de Bahía Blanca un mes después de que su tío no llegase a su casa. La joven había dado un indicio sobre la posibilidad de que haya tenido un inconveniente con otra persona. «Viaja mucho trabajando y al principio pensamos que era eso. Ahora nos dicen que tuvo problemas con alguien, pero no sabemos con quién, nadie quiere meterse», había declarado en el diario de tirada regional.

Tras la denuncia, realizada por un hermano del peón rural, fueron dispuestos operativos de rastrillaje, terrestre y aéreos, con afectación de la sección Canes de la Policía de la Provincia de Río Negro. Además, hubo rastrillajes con utilización de caballos para verificar la zona por parte de personal policial y la revisión de espejos de agua en los alrededores de la zona rural en jurisdicción de Villalonga, lugar en el que trabajaba haciendo leña en un campo, de donde se presume, se retiró el mismo 24 de junio que desapareció cuando emprendió una caminata hasta su casa, ubicada a varios kilómetros de ese lugar donde fue visto por última vez.

El caso de Saravia, sumado al del Cirilo Torres suma dos desapariciones en el lapso de tres años, lo que debería alertar a la comunidad sobre la falta de prestancia para poder esclarecer este tipo de casos que invaden de incertidumbre a las familias de las personas desaparecidas que quedan a la deriva ante la falta de respuestas en investigaciones truncas y de una comunidad que poco se interesó en apoyar en los pedidos de justicia.