
Estamos presenciando en los últimos días, con verdadero espanto, la inacción y liviandad con la que la Justicia rionegrina está llevando adelante dos casos resonantes que han causado estupor en la sociedad: el juicio por corrupción de menores donde está involucrado el ex camarista Juan Bernandi y la denuncia contra el legislador Rubén López.
“Dos casos distintos pero con similares connotaciones y sin dudas un lugar común: gente de poder e influencia contra mujeres en situaciones –circunstanciales o permanentes- de vulnerabilidad. ¿Qué le queda a estas niñas y jóvenes, si el Estado que tiene la obligación de
protegerlas y brindarles justicia solamente actúa con ligereza?”, se preguntó el presidente del Bloque Alejandro Marinao.
En el juicio a Juan Bernardi la falta de compromiso se evidencia en la actuación del Fiscal Hernán Trejo, cuyas preguntas carecen de incisión y verdadero compromiso con la búsqueda de Justicia.
En caso de Rubén López, aún cuando se han ratificado las denuncias por parte de víctimas y acompañantes, la Jueza de Instrucción sigue sin resolver la situación del acusado, dejando que el caso se dilate. Ni siquiera ha notificado a la Legislatura para que se evalúen los fueros
al legislador y sindicalista. Tampoco López se ha hecho eco de los incesantes pedidos de renuncia a su banca y que pone en jaque la salud del Parlamento rionegrino.
“Los delitos contra mujeres por sus condición de género, es la reafirmación de una cultura machista y resultan intolerables para una sociedad que cada año grita más fuerte que necesita romper con esa estructura, que no quieren más muertes, más miedo, más horror.