Luego de cuatro jornadas en la que se escucharon a una quincena de testigos, concluyó el debate oral y público contra Robledo, acusado de haber intentado matar a su ex pareja golpeándola brutalmente con diversos elementos contundentes.
La calificación legal de los hechos imputados fue la de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por la condición de mujer de la víctima y desobediencia judicial.
El Fiscal Guillermo González Sacco pidió que se condene al acusado, destacando que en el juicio habían logrado “acreditarse los hechos tal y como los detallamos en los alegatos de apertura”.
Durante el transcurso del mismo, expresó, “explicamos los motivos de la agresión que se inició porque el imputado nunca reconoció que la relación debía terminar”. “Esto -agregó el Fiscal- pudimos probarlo con los diversos testimonios escuchados”.
“La víctima contó como su ex pareja la espiaba, amenazaba y hostigaba. Todo ello fue acreditado por dos testigos, a quienes la mujer le confiaba sus cosas y por su propia hija quien expresó que la mujer quería terminar la relación”.
“Los relatos de los hijos menores de ambos, confirmaron en Cámara Gesell el ingreso del padre a escondidas y la agresión sufrida por su madre, ya que fueron testigos presenciales de los hechos. Dichos testimonios fueron valorados por peritos que dieron cuenta en el juicio de su credibilidad”, destacó González Sacco.
Seguidamente el funcionario dijo que, gracias a la declaración de vecinos y agentes policiales, pudo acreditarse tanto la situación que se vivía dentro de la vivienda a través de los gritos que se escuchaban claramente, como los momentos posteriores al hecho, cuando el ingreso de los agentes policiales logró que el hombre frenara su accionar.
“Gran parte de los testigos reconocen los tres objetos contundentes con que el hombre golpeó a la mujer – que fueron exhibidos en debate-. Los peritos dan cuenta de las graves lesiones sufridas y el médico forense las calificó como heridas defensivas”. “Con sus brazos la víctima quiso proteger su cabeza, a donde iban dirigidos los golpes que el acusado le propinaba”, destacó el Fiscal ratificando que la intención del hombre había sido clara: “quiso matar a su ex pareja”.
Finalmente le agradeció a la víctima, por haber estado presente en el juicio “aún el sufrimiento que éste le causara, exponiendo su intimidad y la de sus hijos, situación que no es fácil de sobrellevar”. “Le rompieron el cuerpo, pero no lograron callarla”, finalizó.
La querella, representada por el abogado Damián Torres hizo especial hincapié en la llegada de los agentes policiales como el elemento externo que salvó la vida de la mujer a quien su ex pareja intentó matar por “celos”.
“Estamos ante un intento de homicidio, los objetos contundentes fueron directo a la cabeza de la mujer, el imputado buscaba el lugar más frágil de la víctima para lesionarla mientras repetía que la iba a matar”. “Cuando estaba siendo detenido – agregó el abogado- demostró que tenía plena conciencia de sus actos”.
La defensa del hombre, ejercida por Edgardo Corvalán, calificó como enfermiza a la relación para ahondar luego en contradicciones de los testigos y expresó, además, que si el hombre “la hubiese querido matar lo hubiera hecho, pero fueron sus frenos inhibitorios los que hicieron cesar la acción”. “Él va a pagar por la brutal golpiza que le dio a su ex pareja frente a sus hijos, pero nunca tuvo la intención de matarla”, expresó el abogado defensor.
Antes de finalizar la jornada, la acusación solicitó la prórroga de la prisión preventiva por el término de cuatro meses. Se estima que el veredicto, a cargo de los jueces Guillermo Bustamante, Carlos Mussi y Carlos Reussi se conozca a fines de la próxima semana.
Cabe recordar que los hechos se produjeron en la medianoche del 3 de enero de 2018 en la vivienda de la víctima, en la localidad del Balneario El Cóndor. Hasta allí, según la Fiscalía, el hombre llegó de imprevisto e ingresó por la parte trasera, con intenciones de matar a su ex pareja golpeándola primero con elementos contundentes y luego con una cuchilla de cocina. El hecho no llegó a producirse por la intervención de agentes policiales que llegaron hasta el lugar.
