El STJ confirmó condena contra chofer que abusó de una pasajera

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El Superior Tribunal de Justicia confirmó la condena de 6 años de prisión contra un chofer de colectivos que abusó sexualmente de una pasajera al quedar solos en la unidad en la zona rural de Guerrico. Lo hizo al desestimar el planteo de la defensa.

La Cámara Criminal Tercera de Roca condenó en su momento al imputado como autor del delito de «abuso sexual con acceso carnal», imponiéndole 6 años de prisión y ordenando su detención preventiva. Contra esa decisión, el defensor particular interpuso un recurso de casación que ahora fue analizado y rechazado por el Superior Tribunal de Justicia.

El Tribunal de juicio tuvo por probado que la madrugada del 27 de junio de 2013 el chofer abusó sexualmente de su única pasajera, una mujer que había subido sin pagar tras exhibir su certificado de discapacidad. En el juicio la víctima negó haber prestado cualquier tipo de consentimiento y el Tribunal valoró que apenas ella descendió del colectivo se dirigió al Hospital de Allen, donde era paciente ambulatoria del área de Salud Mental. Allí pasó la noche en un sector de espera, debido a que no había disponibilidad de camas para internación, y a primera hora de la mañana siguiente regresó a su casa, «le contó a su pareja lo sucedido e inmediatamente, sin cambiarse siquiera de ropa, se presentó a las 9.10 horas en la UFAP a realizar la correspondiente denuncia». La prueba científica identificó luego al imputado con el material genético obtenido de las prendas.

La defensa cuestionó la condena alegando que la misma tuvo «fundamento en un solo elemento de cargo, que es la declaración testimonial de la señora» y reprochó que se haya descartado «la hipótesis de descargo» sobre un supuesto consentimiento de la mujer. En contra de esa opinión el Tribunal señaló que además del testimonio «coherente y completo» de la mujer hay importantes «indicios vinculados con la conducta que adoptó después del evento, esto es, la decisión de poner lo ocurrido en conocimiento de su pareja, mantener consigo la ropa íntima utilizada, no higienizarse, formular la denuncia y someterse a exámenes médicos que se saben revictimizantes, todo lo que encuentra vínculo lógico con el padecimiento de una situación abusiva». A eso se suma que no existía ningún vínculo previo entre el acusado y la denunciante, por lo que «no hay motivo para descreer de la víctima».

«Contrariamente a lo afirmado en el recurso, el estándar que permite una condena en la medida en que se supere toda duda razonable se ha cumplido por la declaración de la víctima, corroborada por elementos indiciarios, dada la capacidad de representación de aquella, su vínculo lógico con datos posteriores al abuso sexual y la ausencia de contradicción con prueba de descargo», sostuvo el STJ al momento de confirmar la condena. El fallo tuvo el voto rector del juez Sergio Barotto y la adhesión de las juezas Liliana Piccinini y Adriana Zaratiegui.